La reciente propuesta de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público de implementar «impuestos saludables» ha generado un intenso debate en México. Este plan, que busca aumentar los gravámenes sobre productos como el tabaco y las bebidas azucaradas, tiene como objetivo recaudar aproximadamente 41 mil millones de pesos para el presupuesto de salud del país. Sin embargo, la reacción de los representantes del comercio y de la sociedad civil ha sido mixta, planteando preocupaciones sobre el impacto real de estas medidas en el consumo y en la economía local.
### La Propuesta de Hacienda y sus Implicaciones
Durante una conferencia de prensa, los funcionarios de Hacienda, incluyendo al secretario Édgar Amador Zamora y la subsecretaria de Egresos, Bertha Gómez Castro, explicaron que el incremento en los impuestos se destinará completamente al sector salud. El presupuesto para este sector pasaría de 881 mil 460 millones de pesos en 2025 a 965 mil 663 millones en 2026, lo que representa un aumento significativo. Este incremento se financiaría en gran parte a través de un aumento en las tasas del impuesto especial sobre producción y servicios (IEPS) a productos nocivos.
La propuesta incluye un aumento en la cuota del IEPS para las bebidas azucaradas, que pasaría de 1.6451 a 3.0818 pesos por litro. En el caso del tabaco, se prevé un incremento de entre el 160 y el 200 por ciento en los impuestos, lo que ha suscitado críticas por parte de comerciantes y analistas. A pesar de que el objetivo declarado es reducir el consumo de estos productos, muchos argumentan que el aumento de impuestos podría incentivar el comercio ilegal, ya que los consumidores buscarían alternativas más baratas en el mercado negro.
El subsecretario de Ingresos, Carlos Lerma Cotera, admitió que los resultados de impuestos similares en el pasado no han sido claros en términos de reducción del consumo. En cambio, se ha observado un aumento en los costos de atención médica relacionados con enfermedades provocadas por el consumo de tabaco y bebidas azucaradas, que se estima en 116 mil millones de pesos anuales. Esto plantea la pregunta de si los impuestos realmente cumplen su función de desincentivar el consumo o si simplemente se convierten en una fuente de ingresos para el gobierno sin abordar el problema de salud pública de manera efectiva.
### Reacciones del Comercio Organizado
Los representantes del comercio organizado han expresado su rechazo a la propuesta de aumentar los impuestos sobre el tabaco y las bebidas azucaradas. Cuauhtémoc Rivera, dirigente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), argumentó que estas medidas representan un golpe al bolsillo de los consumidores y a las pequeñas tiendas, además de que podrían fomentar el mercado ilegal. Según Rivera, la propuesta de Hacienda es una «medida fiscal recaudatoria» que no necesariamente logrará su objetivo de disminuir el consumo.
La Anpec ha solicitado un parlamento abierto para discutir la propuesta, con el fin de que se escuchen todas las voces y se logre un consenso más representativo. Gerardo Cleto López Becerra, presidente del Consejo para el Desarrollo del Comercio en Pequeño y la Empresa Familiar, también ha advertido que estas medidas podrían perjudicar las ventas de los comerciantes y ha cuestionado la efectividad de la recaudación en el sector salud.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana ha señalado que estas medidas generan incertidumbre fiscal y podrían desincentivar la inversión en el país. Además, han expresado que no existe evidencia suficiente que demuestre que el aumento de impuestos sobre productos nocivos realmente reduce su consumo.
### Un Debate en Curso
El debate sobre los impuestos saludables en México es complejo y multifacético. Por un lado, el gobierno argumenta que estas medidas son necesarias para financiar el sistema de salud y reducir el consumo de productos nocivos. Por otro lado, los comerciantes y analistas advierten sobre las posibles consecuencias negativas, como el aumento del comercio ilegal y la carga económica sobre los consumidores.
A medida que se avanza en la discusión de esta propuesta en el Congreso, será fundamental considerar todas las perspectivas y evaluar el impacto potencial de estas medidas en la salud pública y la economía local. La transparencia en la recaudación y el uso de los fondos también será un aspecto crucial para ganar la confianza de la ciudadanía y asegurar que los objetivos de salud pública se cumplan de manera efectiva.