La Asamblea General de la ONU se prepara para recibir al presidente Donald Trump en un momento crucial de su segundo mandato. Este evento, programado para el 23 de septiembre de 2025, marca la primera intervención formal de Trump en este foro internacional desde que asumió nuevamente la presidencia. Con un trasfondo de tensiones diplomáticas y un creciente reconocimiento del Estado Palestino por parte de varios países, la atención del mundo estará centrada en las palabras del mandatario estadounidense.
**Reconocimiento de Palestina y su Contexto Internacional**
El reconocimiento del Estado Palestino ha cobrado fuerza en los últimos años, con 151 de los 193 Estados miembros de la ONU apoyando esta causa. Este respaldo proviene de naciones que tradicionalmente han sido aliadas de Estados Unidos, como Gran Bretaña, Australia, Francia y Canadá. Sin embargo, la administración Trump ha adoptado una postura contraria, calificando estos reconocimientos como gestos simbólicos sin un impacto real en el terreno. La negativa de Trump a permitir que el presidente palestino, Mahmud Abás, asista a la Asamblea General, subraya esta tensión. A pesar de la prohibición, la Asamblea ha decidido que Abás pronuncie su discurso a través de un video, lo que refleja la complejidad de la situación.
Expertos en relaciones internacionales, como Jeffrey Feltman de la Fundación Brookings, han señalado que la postura de Trump no solo es un mensaje a los palestinos, sino también a sus aliados que han optado por reconocer a Palestina. La falta de cambios concretos en la política israelí, como el cese de asentamientos en territorios ocupados, limita el impacto de estos reconocimientos. La situación se complica aún más con el contexto de la política exterior de Trump, que incluye acciones militares en el Caribe y recortes en la financiación de la ONU.
**El Discurso de Trump: Un Análisis de sus Temas Clave**
El discurso de Trump en la ONU se anticipa como una plataforma para resaltar los logros de su administración en el ámbito internacional. Según su portavoz, Karoline Leavitt, Trump planea destacar la finalización de siete conflictos globales, incluyendo tensiones entre India y Pakistán, Israel e Irán, y otros conflictos en África y Asia. Este enfoque en la paz y la estabilidad global podría ser un intento de posicionarse como un líder en la escena internacional, especialmente en el contexto de su nominación al Premio Nobel de la Paz.
Además, Trump abordará la percepción de que las instituciones globalistas han socavado el orden mundial. Este discurso se produce en un momento en que la ONU enfrenta recortes significativos en su presupuesto, en gran parte debido a la disminución del apoyo financiero de Estados Unidos, que representa el 22% del presupuesto total de la organización. La administración Trump ha dejado claro que no apoyará a organizaciones que, en su opinión, implementen políticas que perjudiquen a Estados Unidos. Esto incluye recortes en la financiación de programas de ayuda humanitaria y la salida de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La agenda de Trump en la Asamblea General también incluye reuniones bilaterales con líderes de varios países, lo que podría influir en la dinámica de las relaciones internacionales. Se espera que discuta temas financieros con el secretario general de la ONU, António Guterres, y mantenga conversaciones con líderes de Ucrania, Argentina y la Unión Europea. Sin embargo, hasta el momento, no se ha programado un encuentro con el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, lo que podría ser un indicativo de las tensiones persistentes en la región.
La situación en Venezuela también será un punto de discusión, ya que el presidente Nicolás Maduro ha solicitado apoyo a la ONU en medio de las acciones militares de Estados Unidos en el Caribe. La respuesta de la administración Trump ha sido clara: consideran al régimen de Maduro ilegítimo y están dispuestos a utilizar todos los medios necesarios para combatir el tráfico de drogas desde Venezuela. Esta postura refleja una política exterior agresiva que podría tener repercusiones en la percepción global de Estados Unidos.
A medida que se acerca la fecha del discurso, las expectativas son altas. Los líderes mundiales y los analistas estarán atentos a cómo Trump maneja temas delicados como el reconocimiento de Palestina, la financiación de la ONU y las relaciones bilaterales. La Asamblea General de la ONU no solo es un foro para la diplomacia, sino también un escenario donde se pueden sentar las bases para futuras políticas internacionales. La capacidad de Trump para articular una visión clara y efectiva será crucial para su reputación y la de Estados Unidos en el ámbito global.