La participación de México en la 80 Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU) ha sido un momento crucial para reafirmar su compromiso con el multilateralismo y la justicia social. El canciller Juan Ramón de la Fuente presentó una serie de propuestas que buscan transformar la dinámica de cooperación internacional, centrándose en la construcción de una economía moral del bienestar, la paz desde las bases y la defensa de los derechos humanos. Estas premisas no solo reflejan la postura de México, sino que también plantean un desafío a las tendencias unilaterales que han marcado la política global en los últimos años.
La primera premisa que destacó De la Fuente es la necesidad de construir una economía moral del bienestar. Este enfoque implica colocar el combate a la pobreza en el centro de la cooperación global. En un mundo donde las desigualdades económicas son cada vez más evidentes, México aboga por un modelo que priorice el bienestar de las personas sobre el crecimiento económico desmedido. Esta visión se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU, que buscan erradicar la pobreza y promover la prosperidad para todos.
Además, el canciller subrayó la importancia de construir la paz “de abajo hacia arriba”. Esto significa que las políticas de inclusión y justicia social deben ser el eje central para enfrentar las raíces de la violencia. En lugar de imponer soluciones desde arriba, es fundamental escuchar y empoderar a las comunidades locales, garantizando que sus voces sean parte del proceso de toma de decisiones. Esta estrategia no solo es más efectiva, sino que también promueve la cohesión social y el respeto por la diversidad.
Por último, De la Fuente hizo un llamado a la reivindicación del derecho internacional y de los derechos humanos como salvaguardas de la paz. En un contexto donde el respeto por estos principios se ha visto amenazado, es esencial que la comunidad internacional se una para defenderlos. México, con su rica historia en la promoción de los derechos humanos, se posiciona como un líder en esta lucha, instando a otros países a seguir su ejemplo.
### La Necesidad de Reformar la ONU
Durante su intervención, el canciller también abordó la necesidad de una profunda reforma en la estructura y funcionamiento de la ONU. A pesar de ser el organismo internacional más importante del mundo, la ONU enfrenta críticas por su ineficiencia y falta de representatividad. De la Fuente enfatizó que es imperativo revitalizar la Asamblea General y el Consejo de Seguridad para asegurar que las estructuras de gobernanza global sean más inclusivas y efectivas.
La crítica a la actual estructura de la ONU no es nueva. Muchos países han señalado que el Consejo de Seguridad, dominado por unos pocos estados, no refleja la realidad geopolítica actual. La falta de representación de naciones en desarrollo y la concentración de poder en manos de unos pocos han llevado a cuestionar la legitimidad de las decisiones tomadas en este organismo. México, al abogar por reformas, busca garantizar que todas las voces sean escuchadas y que las decisiones reflejen un consenso global.
Además, el canciller hizo hincapié en que la ONU debe ser un actor clave en la resolución de problemas globales como la justicia social, el medio ambiente y la estabilidad regional. Estos desafíos requieren una respuesta coordinada y efectiva, algo que solo puede lograrse a través de un organismo que funcione adecuadamente y que esté comprometido con los principios del multilateralismo.
### Un Contraste con el Unilateralismo
Las propuestas de México contrastan marcadamente con las tendencias unilaterales que han surgido en la política internacional, especialmente bajo la administración de ciertos líderes mundiales. De la Fuente criticó la postura de Estados Unidos, que ha buscado socavar el multilateralismo en favor de un enfoque más imperialista. Esta tendencia no solo debilita a la ONU, sino que también pone en riesgo la paz y la seguridad global.
El canciller recordó que el unilateralismo no solo se manifiesta en la política exterior, sino también en la economía. Las decisiones unilaterales, como la imposición de aranceles y sanciones, han desestabilizado el comercio global y han exacerbado las desigualdades. En este sentido, México se posiciona como un defensor del comercio justo y de la cooperación internacional, abogando por un sistema que beneficie a todos los países, no solo a unos pocos.
Además, De la Fuente subrayó que el debilitamiento de la ONU no es la solución a los problemas globales. En lugar de renunciar al multilateralismo, es necesario fortalecerlo y reformarlo para que cumpla con sus funciones de mantener la paz y la seguridad internacionales. Esto implica no solo una revisión de su estructura, sino también un compromiso renovado por parte de todos los estados miembros para trabajar juntos en la resolución de problemas comunes.
La visión de México en la ONU es un llamado a la acción para la comunidad internacional. En un momento donde el mundo enfrenta desafíos sin precedentes, es esencial que los países se unan en torno a principios de justicia social, derechos humanos y cooperación global. La propuesta de construir una economía moral del bienestar, fomentar la paz desde las bases y defender el derecho internacional es un camino hacia un futuro más justo y equitativo para todos. La participación activa de México en este proceso es fundamental para garantizar que las voces de todos los países sean escuchadas y que se trabaje en conjunto por un mundo mejor.