Luis Alberto Pérez Zamorano, conocido como el autoproclamado «gurú financiero» de Inverforx, ha sido detenido en Palermo, Italia, tras haber estado prófugo durante varios meses. Este arresto se produce en medio de acusaciones graves que lo señalan como el responsable de defraudar a más de 10,000 personas, con un monto estimado de 15,000 millones de pesos. La detención fue confirmada por autoridades mexicanas y representa un paso significativo para las víctimas que buscan justicia. Sin embargo, el proceso de extradición aún no ha comenzado, ya que se espera la documentación oficial de las autoridades europeas.
### La Promesa de Inverforx y su Colapso
Inverforx fue fundada en 2019 bajo la fachada de Strategic Capital Agency S.A.P.I. de C.V., prometiendo a sus inversionistas rendimientos extraordinarios en sectores como litio, oro, algodón y petróleo. Con promesas de multiplicar inversiones hasta en un 81% en solo nueve meses, la empresa atrajo a un gran número de personas que confiaron en sus asesores. Las inversiones variaron desde 20,000 hasta 80 millones de pesos, lo que llevó a muchos a creer que estaban haciendo una elección financiera inteligente.
La estrategia inicial de Inverforx consistía en devolver pequeñas ganancias a los inversionistas para ganar su confianza. Sin embargo, una vez que los clientes comenzaban a invertir cantidades significativas, la comunicación se interrumpía y las promesas de retorno se desvanecían. Fernando Lozada, uno de los abogados que representa a las víctimas, explicó que esta táctica fue clave para el éxito inicial de la estafa.
El escándalo comenzó a desmoronarse en noviembre de 2023, cuando un profesor de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) denunció públicamente la estafa y los vínculos de Inverforx con exfuncionarios del gobierno de Michoacán, incluyendo a Silvano Aureoles, quien también se encuentra prófugo. Esta denuncia encendió las alarmas en todo el país y llevó a un aumento en las denuncias de fraude en varias entidades, incluyendo la Ciudad de México y Nuevo León.
La empresa operaba con la complicidad de figuras políticas, como Ariadna Rosas Burgos, quien fue secretaria particular de Finanzas, y Sonia Fuerte, subsecretaria de Finanzas. Ambas funcionarias no solo manejaban fondos públicos, sino que también se sospecha que facilitaron la instalación de una sucursal de Inverforx en la capital michoacana. La situación se complicó aún más con la detención de Carlos Maldonado, exsecretario de Finanzas, en Miami por delitos relacionados con el desvío de recursos, aunque no se le vincula directamente con Inverforx.
### La Vida de Lujo y la Búsqueda de Justicia
Tras el colapso de Inverforx, Luis Alberto Pérez Zamorano desapareció y se trasladó a Europa, donde se reveló que vivía en Barcelona, disfrutando de un estilo de vida ostentoso. A pesar de las acusaciones en su contra, continuó operando una nueva red de negocios. Las víctimas, representadas por abogados en la Ciudad de México, han presentado más de 600 denuncias contra él, esperando que el proceso de extradición avance rápidamente y que puedan recuperar al menos parte de su dinero.
La captura de Pérez Zamorano es un hito importante para las víctimas que han estado esperando justicia. Sin embargo, el verdadero desafío apenas comienza: llevarlo ante un juez y enfrentar a miles de personas que aún buscan respuestas y la recuperación de sus inversiones. Las víctimas han expresado su frustración por la lentitud del proceso judicial y la falta de información sobre el avance de la extradición.
La historia de Inverforx es un recordatorio de los riesgos asociados con las inversiones que prometen rendimientos excesivos y la importancia de la regulación en el sector financiero. A medida que el caso avanza, se espera que se arroje más luz sobre las operaciones de la empresa y los vínculos políticos que facilitaron su crecimiento. Las autoridades mexicanas están bajo presión para garantizar que se haga justicia y que los responsables enfrenten las consecuencias de sus acciones.
La detención de Luis Alberto Pérez Zamorano es solo el primer paso en un proceso que podría ser largo y complicado. Las víctimas continúan esperando que se haga justicia y que se tomen medidas para prevenir que situaciones similares ocurran en el futuro. La historia de Inverforx es un claro ejemplo de cómo la avaricia y la falta de supervisión pueden llevar a la ruina a miles de personas, y la lucha por la justicia apenas comienza.