La reciente caída en el flujo de remesas hacia México ha generado preocupación entre economistas y autoridades, ya que este fenómeno no solo refleja la situación económica de los migrantes, sino que también tiene implicaciones significativas para la economía nacional. Según el Banco de México (BdeM), en abril de este año, las remesas sumaron 4,761 millones de dólares, lo que representa una disminución del 12% en comparación con el mismo mes del año anterior. Este descenso es el más pronunciado desde septiembre de 2012 y se produce en un contexto de incertidumbre económica tanto en México como en Estados Unidos, el principal país de origen de estas transferencias.
La caída en las remesas se ha visto impulsada por varios factores, entre los que destacan el deterioro del mercado laboral en Estados Unidos y el temor de los migrantes a ser deportados. Gabriela Siller, economista en jefe de Banco Base, señala que el 97% de las remesas que ingresan a México provienen de Estados Unidos, lo que hace que cualquier cambio en la economía estadounidense tenga un impacto directo en las finanzas de muchas familias mexicanas.
### Disminución en el Acumulado Anual
En el acumulado de enero a abril de este año, los mexicanos en el extranjero enviaron un total de 19,014 millones de dólares, lo que representa una disminución del 2.5% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este descenso es preocupante, ya que en 2024, la tasa de crecimiento de las remesas había sido del 2.7%. La reducción en el monto promedio de las remesas también es notable; en abril de este año, la transacción promedio fue de 385 dólares, en comparación con 403 dólares en el mismo mes del año anterior, lo que equivale a una disminución del 4.4%. En el primer cuatrimestre del año, la remesa promedio fue de 384 dólares, frente a los 393 dólares del mismo periodo en 2024.
Este panorama sugiere que las familias que dependen de estas transferencias están recibiendo menos apoyo financiero, lo que podría afectar su capacidad para cubrir necesidades básicas como alimentación, educación y salud. La disminución en el flujo de remesas también podría tener un efecto en el consumo interno, ya que muchas de estas transferencias se utilizan para gastos cotidianos.
### Implicaciones de un Nuevo Impuesto a las Remesas
Un factor adicional que podría agravar la situación es la reciente aprobación de un impuesto del 3.5% sobre las remesas por parte de la Cámara de Representantes de Estados Unidos. Este impuesto, que forma parte de un proyecto de ley presupuestaria impulsado por la administración actual, podría desincentivar el envío de dinero a México, lo que a su vez afectaría aún más la economía de las familias receptoras. Aunque este impuesto aún no ha entrado en vigor, su posible implementación genera incertidumbre entre los migrantes y sus familias en México.
Los expertos advierten que la introducción de este impuesto podría fomentar un aumento en el uso de canales informales para el envío de dinero, lo que podría dificultar el seguimiento de las remesas y afectar las estadísticas oficiales. Además, el temor a ser gravados podría llevar a los migrantes a reducir la cantidad de dinero que envían a casa, exacerbando aún más la crisis económica en las comunidades que dependen de estas transferencias.
La situación es especialmente crítica para aquellos que ya enfrentan dificultades económicas debido a la inflación y el aumento de los costos de vida. La combinación de una economía estadounidense en desaceleración, el temor a la deportación y la posible carga fiscal sobre las remesas crea un escenario complejo que podría tener repercusiones a largo plazo para la economía mexicana.
En resumen, la caída en el flujo de remesas y la posible implementación de un impuesto sobre estas transferencias son factores que podrían tener un impacto significativo en la economía de México. Las familias que dependen de estas remesas para su sustento diario se encuentran en una situación cada vez más precaria, lo que plantea la necesidad de políticas que apoyen tanto a los migrantes como a sus familias en el país. La atención a estas dinámicas será crucial para entender el futuro económico de México y la estabilidad de sus comunidades más vulnerables.