En un contexto de creciente tensión comercial y diplomática, los presidentes de Estados Unidos y China, Donald Trump y Xi Jinping, sostuvieron una conversación telefónica que podría marcar un punto de inflexión en sus relaciones. La llamada, que tuvo lugar el pasado jueves, fue iniciada por Trump y se centró principalmente en las negociaciones arancelarias que han estado estancadas en los últimos meses. La confirmación de la conversación provino del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, aunque la Casa Blanca no ofreció comentarios inmediatos sobre el contenido de la charla.
### Detalles de la conversación
Durante la llamada, Trump expresó su optimismo sobre el futuro de las relaciones comerciales entre ambas naciones. En un mensaje publicado en su red social Truth Social, el presidente estadounidense mencionó que Xi Jinping lo había invitado a él y a la primera dama, Melania Trump, a visitar China, a lo que él respondió positivamente. La duración de la conversación fue de aproximadamente una hora y media, y Trump destacó que se abordaron «algunos detalles» de las negociaciones comerciales.
«Como presidentes de dos grandes naciones, esto es algo que ambos esperamos con entusiasmo», afirmó Trump, quien también indicó que la conversación se centró casi exclusivamente en comercio, sin tocar otros temas internacionales como Rusia, Ucrania o Irán. Esta llamada es significativa, ya que Trump ha visitado China solo una vez desde que asumió la presidencia en 2017, y la rivalidad entre ambas potencias ha aumentado considerablemente desde entonces.
### El estancamiento en las negociaciones comerciales
Las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China se han visto paralizadas desde un acuerdo alcanzado el 12 de mayo, que buscaba reducir las tasas arancelarias en medio de las conversaciones. Este estancamiento se debe en gran parte a la competencia por una ventaja económica entre ambas naciones. Estados Unidos ha acusado a China de no exportar minerales críticos, mientras que el gobierno chino ha criticado las restricciones impuestas por Estados Unidos a la venta de chips avanzados y a las visas para estudiantes.
Trump ha tomado medidas para facilitar las conversaciones, reduciendo los aranceles sobre productos chinos del 145% al 30% durante un periodo de 90 días. Por su parte, China también ha disminuido sus impuestos sobre productos estadounidenses del 125% al 10%. Sin embargo, estas fluctuaciones han generado inestabilidad en los mercados globales y han amenazado el comercio bilateral.
El secretario del Tesoro, Scott Bessent, sugirió que solo una conversación directa entre Trump y Xi podría ayudar a resolver las diferencias y reanudar las negociaciones de manera seria. Sin embargo, las tensiones subyacentes entre ambos países podrían persistir, ya que Trump ha manifestado su deseo de reducir la dependencia de Estados Unidos de las fábricas chinas y reindustrializar el país. Por otro lado, China busca continuar su avance en tecnologías clave como vehículos eléctricos e inteligencia artificial, que son fundamentales para su futuro económico.
En 2024, Estados Unidos registró un desequilibrio comercial de 295 mil millones de dólares con China, lo que refleja la complejidad de las relaciones económicas entre ambas naciones. A pesar de los esfuerzos por llegar a un acuerdo, la situación económica de China se ha visto afectada por una crisis inmobiliaria y los confinamientos por la pandemia de coronavirus, lo que ha debilitado el gasto del consumidor y ha complicado aún más las negociaciones.
### La historia de sus interacciones
La última vez que Trump y Xi se comunicaron fue en enero, justo antes de la investidura de Trump. En esa ocasión, discutieron temas comerciales y la necesidad de que China hiciera más para evitar que el opioide sintético fentanilo ingresara a Estados Unidos. A pesar de su optimismo inicial sobre la posibilidad de un gran acuerdo, Trump ha expresado en varias ocasiones que las negociaciones han sido difíciles. Recientemente, publicó en sus redes sociales que «la mala noticia es que China, quizás no sorprendentemente para algunos, HA VIOLADO TOTALMENTE SU ACUERDO CON NOSOTROS».
La conversación entre Trump y Xi representa un intento de ambas naciones por encontrar un terreno común en medio de un clima de incertidumbre económica y política. A medida que las tensiones continúan, la comunidad internacional observa de cerca cómo se desarrollan estas negociaciones y qué impacto tendrán en el comercio global.