La reciente llegada de Mark Carney como primer ministro de Canadá ha traído consigo un cambio significativo en la política migratoria del país, lo que representa una nueva oportunidad para los mexicanos que buscan emigrar. Con más de 250,000 mexicanos viviendo legalmente en Canadá, este país se ha convertido en un destino atractivo para aquellos que desean estudiar, trabajar o incluso buscar refugio. La nueva administración está enfocada en priorizar la integración y la sostenibilidad, lo que podría alterar el panorama migratorio para los latinos en general, y para los mexicanos en particular.
**Cambios en la Política Migratoria**
La política migratoria de Canadá ha sido objeto de críticas en el pasado, especialmente en relación con la falta de planificación y la saturación de servicios públicos. Mark Carney ha señalado que la migración debe alinearse con la capacidad nacional del país, lo que implica un enfoque más controlado y estricto en la admisión de nuevos inmigrantes. La nueva ministra de migración, Lena Metlege Diab, ha prometido reducir los niveles de migración a cifras sostenibles, con un objetivo de estabilizar las admisiones de residentes permanentes en 365,000 por año para 2027, en comparación con los 485,000 de 2024.
Este cambio en la política migratoria podría tener un impacto mixto para los mexicanos. Por un lado, la reducción de permisos temporales podría complicar el acceso a trabajos de baja calificación, que históricamente han sido una vía común para muchos migrantes. Sin embargo, también se están creando incentivos para profesionales calificados y estudiantes que dominan el francés y el inglés, lo que abre nuevas oportunidades en sectores estratégicos como la construcción, la salud y la tecnología.
**Oportunidades y Desafíos para los Mexicanos**
La comunidad mexicana en Canadá ha crecido de manera constante, y muchos ven en este país una opción viable para mejorar su calidad de vida. Sin embargo, el nuevo enfoque migratorio también plantea desafíos. Jesús Hernández, consultor del gobierno canadiense, ha destacado que la nueva política podría acelerar el procesamiento de solicitudes, lo que es crucial para aquellos que buscan establecerse de manera permanente. A pesar de esto, la incertidumbre persiste, especialmente para aquellos que dependen de trabajos temporales.
La situación de la vivienda en Canadá también es un factor a considerar. Durante la administración anterior de Justin Trudeau, el país experimentó un aumento en los precios de las viviendas, alcanzando un promedio de 710,000 dólares canadienses en 2025, lo que ha exacerbado la escasez de viviendas asequibles. Esto ha llevado a un aumento en los alquileres, que han subido un 22% en dos años. La falta de infraestructura adecuada y servicios públicos ha sido un tema recurrente en el debate sobre la migración, y muchos expertos advierten que sin una inversión masiva en estos sectores, las nuevas políticas podrían limitar el potencial de crecimiento de Canadá.
La profesora Lisa Veronis, experta en migración de la Universidad de Ottawa, ha señalado que aunque los ajustes en la política migratoria son necesarios, existe el riesgo de estigmatizar a los migrantes. Estos son esenciales para el crecimiento económico y demográfico del país, y su contribución no debe ser subestimada. La percepción pública de la inmigración como una carga puede llevar a decisiones políticas que no aborden las raíces de los problemas, como la subinversión en vivienda y servicios.
En este contexto, la nueva política migratoria de Canadá se presenta como una oportunidad para los mexicanos que buscan un futuro mejor, pero también como un desafío que requiere atención y planificación cuidadosa. La integración de los migrantes en la economía canadiense es fundamental, y se espera que las nuevas medidas faciliten este proceso, siempre y cuando se mantenga un enfoque equilibrado que no comprometa la calidad de vida de los residentes actuales.
La migración siempre ha sido un tema complejo, y las decisiones que se tomen en los próximos años tendrán un impacto duradero en la relación entre Canadá y México. A medida que las conversaciones entre ambos países avanzan, es crucial que se aborden las preocupaciones de ambas partes y se busquen soluciones que beneficien a todos los involucrados. La nueva administración canadiense parece estar dispuesta a explorar estas posibilidades, lo que podría abrir un nuevo capítulo en la historia migratoria entre Canadá y México.