Desde el 1 de enero de 2024, México ha implementado un aumento del 12% en el salario mínimo, una medida que busca mejorar las condiciones laborales de los trabajadores en el país. Este incremento ha llevado el salario mínimo a 8,480.17 pesos mensuales en la mayor parte del territorio nacional, mientras que en la Zona Libre de la Frontera Norte (ZLFN) se eleva a 12,771.35 pesos. Sin embargo, es importante destacar que el salario mínimo no es uniforme y varía según la profesión y la región.
En el sector de la repostería, por ejemplo, los datos de la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (CONASAMI) indican que los pasteleros en la ZLFN pueden ganar hasta 419.88 pesos diarios, lo que se traduce en un salario mensual de aproximadamente 12,596.4 pesos. En contraste, aquellos que trabajan en la Zona del Salario Mínimo General (ZSMG) reciben alrededor de 321.63 pesos diarios, lo que equivale a un ingreso mensual de 9,648.9 pesos. Esta diferencia resalta la disparidad en los ingresos de los trabajadores de la repostería, dependiendo de su ubicación geográfica.
La fuerza laboral en la elaboración de pan y otros productos de harina es considerable. Según la Secretaría de Economía, durante el tercer trimestre de 2024, se registraron 853,000 trabajadores en este sector, con un salario promedio de 5,190 pesos al mes, trabajando aproximadamente 36 horas a la semana. De este total, el 31% son hombres y el 69% son mujeres, lo que indica una notable presencia femenina en la industria de la repostería.
**Salarios en Diferentes Estados y la Informalidad Laboral**
Los salarios de los pasteleros varían significativamente entre los estados. Según datos de Data México, los mejores salarios se registraron en Nuevo León, con un ingreso de 12,300 pesos; seguido de Chihuahua con 8,510 pesos y Coahuila con 8,280 pesos. A pesar de que estos estados ofrecen mejores salarios, el Estado de México y Veracruz son los que cuentan con la mayor cantidad de pasteleros, alcanzando 75,400 y 73,700 trabajadores respectivamente.
A pesar de los aumentos en el salario mínimo, el nivel de informalidad en este sector sigue siendo alarmante. Durante el tercer trimestre de 2024, la informalidad alcanzó el 84.7%, un incremento de 0.39 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior. Esto significa que una gran parte de los trabajadores de la repostería no cuenta con acceso a prestaciones laborales, lo que plantea serias preocupaciones sobre su bienestar y estabilidad económica.
La informalidad laboral en el sector de la repostería puede atribuirse a varios factores, incluyendo la falta de regulación y supervisión en pequeñas panaderías y negocios familiares. Muchos de estos trabajadores operan en condiciones precarias, lo que limita su capacidad para acceder a beneficios como seguro médico, vacaciones pagadas y pensiones. Esta situación no solo afecta a los trabajadores, sino que también repercute en la calidad de los productos y servicios ofrecidos al consumidor.
**Oportunidades Laborales para Pasteleros**
Los pasteleros tienen diversas oportunidades laborales en el mercado. Su experiencia en la elaboración de postres y panes les permite trabajar en una variedad de entornos, incluyendo panaderías, cafeterías, restaurantes, hoteles y cruceros. Además, las grandes empresas de la industria alimentaria también requieren de sus habilidades para la producción y venta de pasteles a gran escala.
La versatilidad de los pasteleros les permite adaptarse a diferentes tipos de cocina y estilos de repostería, lo que aumenta su empleabilidad. Sin embargo, para aprovechar al máximo estas oportunidades, es fundamental que los trabajadores se capaciten y actualicen sus habilidades, especialmente en un mercado laboral que está en constante evolución.
La formación continua y la especialización en técnicas de repostería pueden abrir puertas a mejores empleos y salarios. Cursos de repostería, talleres de cocina y certificaciones en gastronomía son algunas de las opciones que los pasteleros pueden considerar para mejorar su perfil profesional.
En resumen, el aumento del salario mínimo en México ha tenido un impacto significativo en el sector de la repostería, aunque persisten desafíos como la informalidad laboral y la disparidad salarial entre regiones. A medida que los trabajadores buscan mejorar sus condiciones laborales, es crucial que se enfoquen en la capacitación y el desarrollo profesional para aprovechar las oportunidades que el mercado ofrece.