La reciente decisión del gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, de implementar medidas restrictivas contra México en el sector de la aviación ha generado un gran revuelo en la industria. Estas acciones no solo amenazan la colaboración entre aerolíneas, sino que también podrían tener un impacto significativo en el turismo y la economía de ambos países. La situación se ha intensificado tras la decisión de México de modificar las franjas horarias de vuelo y reubicar las operaciones de carga al nuevo Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
**Medidas de Restricción y sus Implicaciones**
El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, ha declarado que a partir de octubre, el Departamento de Transporte (DOT) podría rechazar las solicitudes de vuelos provenientes de México si no se abordan las preocupaciones planteadas por el gobierno estadounidense. Estas preocupaciones se centran en las decisiones tomadas por la administración de Andrés Manuel López Obrador en 2022 y 2023, que, según Duffy, violan un acuerdo comercial bilateral y otorgan ventajas injustas a las aerolíneas mexicanas.
Una de las medidas más drásticas es la propuesta de retirar la inmunidad antimonopolio de la sociedad entre Delta Air Lines y Aeroméxico. Esto significaría que ambas aerolíneas tendrían que suspender su cooperación en áreas críticas como la gestión de precios y la capacidad de vuelo, aunque Delta podría mantener su participación en Aeroméxico y continuar operando sus vuelos existentes. Esta decisión podría afectar a miles de pasajeros que dependen de estas rutas, así como a la economía de ambos países, que se beneficia del turismo y el comercio.
La respuesta de México ha sido clara. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) ha defendido su decisión de reubicar las operaciones de carga al AIFA, argumentando que se trata de una estrategia integral para mejorar la seguridad y la competitividad del sector aéreo. Sin embargo, la presión de Estados Unidos ha llevado a un clima de incertidumbre que podría perjudicar a las aerolíneas y a los pasajeros.
**Impacto en el Turismo y la Economía**
La aviación es un sector crucial para la economía mexicana, especialmente en lo que respecta al turismo. En 2022, más de 40 millones de pasajeros volaron a México desde Estados Unidos, lo que convierte al país en el principal destino extranjero para los estadounidenses. La posible restricción de vuelos y la cancelación de acuerdos entre aerolíneas podrían resultar en una disminución significativa del turismo, afectando a las economías locales que dependen de los visitantes internacionales.
Delta y Aeroméxico han argumentado que las acciones del DOT son injustas y que no deberían ser castigadas por las decisiones del gobierno mexicano. Ambas aerolíneas han advertido que la cancelación de su acuerdo podría poner en peligro casi dos docenas de rutas y 800 millones de dólares en beneficios económicos que provienen del gasto turístico y los empleos generados por estas operaciones. La pérdida de vuelos directos podría resultar en una disminución en el número de turistas que visitan ambos países, lo que afectaría a la industria hotelera, restaurantes y otros servicios relacionados con el turismo.
La situación se complica aún más por el contexto político en Estados Unidos, donde Trump ha utilizado la presión económica como una herramienta para negociar. La reciente imposición de aranceles del 30% a las importaciones mexicanas y otras medidas proteccionistas han creado un ambiente de tensión que podría extenderse más allá de la aviación, afectando el comercio en general entre ambos países.
**Reacciones de las Aerolíneas y el Futuro del Acuerdo**
Ante la amenaza de perder su inmunidad antimonopolio, Delta y Aeroméxico han expresado su intención de presentar una respuesta conjunta al DOT. Ambas aerolíneas han enfatizado que la colaboración entre ellas ha permitido ofrecer a los pasajeros más de 80 rutas directas y 260 destinos entre México y Estados Unidos, así como más de mil frecuencias de vuelos a la semana. La pérdida de esta asociación no solo perjudicaría a las aerolíneas, sino también a los consumidores que dependen de estas conexiones aéreas.
Por su parte, otras aerolíneas como VivaAerobus y Volaris han optado por mantenerse al margen de la controversia, aunque es probable que también se vean afectadas por las decisiones del gobierno estadounidense. La incertidumbre en el sector aéreo podría llevar a una reestructuración de las operaciones y a una mayor competencia entre las aerolíneas que operan en la región.
La situación actual en el sector de la aviación entre Estados Unidos y México es un reflejo de las tensiones políticas y económicas que caracterizan la relación bilateral. A medida que se desarrollan estos acontecimientos, será crucial observar cómo las aerolíneas y los gobiernos responden a las presiones y qué medidas se implementan para mitigar el impacto en el turismo y la economía de ambos países.