La presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado su fuerte crítica hacia la reforma energética implementada durante el mandato de Enrique Peña Nieto, argumentando que su principal objetivo fue desmantelar a Petróleos Mexicanos (Pemex). En una reciente conferencia de prensa, conocida como la Mañanera, Sheinbaum destacó que la reforma de 2013, que formó parte de un paquete de reformas estructurales, fue diseñada para favorecer a empresas privadas, tanto nacionales como extranjeras, en detrimento de la producción nacional de petróleo.
Durante su intervención, la mandataria recordó que la reforma energética fue presentada como una solución para aumentar la producción de petróleo en México, con la meta de alcanzar los 3 millones de barriles diarios. Sin embargo, Sheinbaum subrayó que, en la práctica, la producción cayó drásticamente, afectando no solo a Pemex, sino también a la economía nacional. «Lo que pasó en la época de Peña Nieto no solamente es que cayó la producción de petróleo, cayó la producción de gasolina, cayó la producción de diésel», afirmó.
La presidenta también hizo hincapié en que la deuda de Pemex se incrementó considerablemente durante el gobierno de Peña Nieto, alcanzando los 105 mil millones de dólares. En contraste, durante la administración de Andrés Manuel López Obrador, la deuda se ha reducido a 97 mil millones de dólares, con el objetivo de disminuirla aún más a 77 mil millones. Sheinbaum atribuyó esta mejora a una serie de estrategias implementadas para recuperar la producción y la estabilidad financiera de la empresa estatal.
### La Estrategia de Recuperación de Pemex
Sheinbaum explicó que, tras asumir el cargo, López Obrador se propuso recuperar Pemex y revertir los efectos negativos de la reforma energética. Esto incluyó la construcción de la refinería Dos Bocas y la implementación de proyectos en otras refinerías, como las de Salina Cruz y Tula. La presidenta destacó que, gracias a estas iniciativas, la producción de petróleo ha comenzado a aumentar nuevamente, alcanzando casi 1.8 millones de barriles diarios en 2024.
Además, la mandataria enfatizó la importancia de que Pemex no solo se enfoque en la producción de petróleo, sino que también diversifique su actividad hacia fuentes de energía renovables. «Nosotros queremos desendeudar a Pemex produciendo petróleo, produciendo hidrocarburos, produciendo petroquímica, produciendo gas con una estrategia», indicó.
En este contexto, Sheinbaum también abordó la necesidad de revisar los contratos firmados entre Pemex y empresas privadas durante el gobierno de Peña Nieto, los cuales calificó de «leoninos» y desfavorables para la empresa estatal y, por ende, para el pueblo mexicano. La presidenta aseguró que se están llevando a cabo auditorías para identificar estos contratos y garantizar que futuros acuerdos sean más transparentes y beneficiosos para la nación.
### Críticas a la Inversión Privada
La presidenta Sheinbaum no escatimó en críticas hacia la inversión privada en el sector energético durante el sexenio de Peña Nieto. Según sus declaraciones, muchas de las empresas que ganaron licitaciones en las rondas de contratos no cumplieron con sus compromisos de inversión y solo utilizaron las concesiones para aumentar el valor de sus acciones en los mercados internacionales. «Se licitan en rondas, ¿cuántas rondas se hicieron? Cuatro, y qué pasó, sí ganaron algunos esas rondas por bloques establecidos, pero no trabajaron, no explotaron», comentó.
La mandataria subrayó que la actual administración está comprometida a garantizar que la inversión privada en el sector energético sea efectiva y que beneficie a Pemex y a la economía nacional. «Ahora sí va a haber incorporación de inversión privada, porque se requiere, pero en esquemas muy transparentes y que garanticen a Pemex y que garanticen los ingresos a la nación», afirmó.
La postura de Sheinbaum refleja un cambio significativo en la política energética de México, donde se busca priorizar la soberanía energética y la recuperación de Pemex como una empresa clave para el desarrollo económico del país. La presidenta ha dejado claro que su administración está dispuesta a revisar y modificar las políticas implementadas en el pasado para asegurar un futuro más sostenible y próspero para la industria energética mexicana.