La reciente despedida de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) marca un hito significativo en la historia del sistema judicial mexicano. Durante tres décadas, esta sala ha sido un pilar en la resolución de asuntos administrativos y laborales, dejando una huella imborrable en la vida de millones de mexicanos. El ministro Javier Laynez Potisek, quien presidió la sala, expresó su emoción al cerrar la última sesión, destacando el impacto que tuvo este órgano en la construcción de un país más justo.
La sesión final, aunque breve, estuvo cargada de simbolismo. Laynez, visiblemente emocionado, agradeció a sus colegas y al personal que ha trabajado en la sala a lo largo de los años. «La Segunda Sala cambió la vida de muchos mexicanos», afirmó, subrayando la importancia de los criterios emitidos que han influido en el derecho en México. Este órgano no solo se ocupó de temas administrativos y laborales, sino que también abordó cuestiones de seguridad social y agrarias, convirtiéndose en un espacio crucial para la deliberación técnica y constitucional.
### Un Legado de Decisiones Transformadoras
A lo largo de su existencia, la Segunda Sala ha emitido fallos que han redefinido la relación entre los ciudadanos y el Estado. Entre sus decisiones más relevantes se encuentran aquellas que han reconocido derechos laborales a trabajadores subcontratados, así como sentencias que han impactado a millones de personas en relación con pensiones del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE). Estas resoluciones no solo han establecido precedentes legales, sino que también han proporcionado un marco de protección para poblaciones vulnerables.
Uno de los aspectos más destacados de la labor de la Segunda Sala fue su enfoque en el test de proporcionalidad en casos fiscales. Esta herramienta ha sido fundamental para evitar que los contribuyentes enfrenten cargas impositivas desproporcionadas y sin justificación. Además, la sala ha sido pionera en el reconocimiento de derechos agrarios de pueblos originarios, abriendo caminos para la tutela judicial efectiva de aquellos que antes no encontraban respuesta en los tribunales.
El impacto de la Segunda Sala va más allá de sus decisiones individuales; ha sido un motor de cambio en la justicia cotidiana en México. La labor de sus ministros y el personal administrativo han sido esenciales para el funcionamiento de este órgano, y Laynez no dudó en rendir homenaje a quienes han trabajado en la sala, reconociendo su esfuerzo y dedicación.
### La Reforma Judicial y el Futuro de la SCJN
La desaparición de la Segunda Sala es el resultado de una reforma judicial impulsada por el gobierno actual, que busca reestructurar el sistema judicial mexicano. A partir del 1 de septiembre, la SCJN operará sin las dos salas que han existido hasta ahora, y los nuevos ministros, elegidos por voto popular, asumirán la responsabilidad de resolver todos los asuntos. Esta transformación ha generado un debate intenso sobre las implicaciones que tendrá en la calidad de las resoluciones judiciales.
Algunos críticos de la reforma advierten que la concentración de funciones en un solo órgano podría comprometer la calidad y la diversidad de las decisiones, mientras que otros ven en esta medida una oportunidad para una mayor cohesión jurisprudencial. La incertidumbre sobre cómo se desarrollará este nuevo modelo de justicia es palpable, y el tiempo será el mejor juez para evaluar su efectividad.
El cierre de la Segunda Sala representa no solo el fin de una etapa, sino también un cambio en la forma en que se administrará la justicia en México. La frase de despedida de Laynez, «Con respeto y gratitud, declaro cerrada la última sesión de la Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Gracias», resuena como un eco de una era que ha dejado un legado significativo en el ámbito jurídico del país.
La historia de la Segunda Sala es un recordatorio de la importancia de la justicia en la vida cotidiana de los ciudadanos. A medida que el sistema judicial mexicano se adapta a los nuevos cambios, es fundamental que se mantenga el compromiso con la justicia, la equidad y la protección de los derechos de todos los mexicanos. La labor de la Segunda Sala, aunque haya llegado a su fin, continuará influyendo en el camino hacia un sistema judicial más justo y accesible para todos.