En los primeros diez meses de la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, se han presentado cifras alentadoras en cuanto a la disminución de delitos de alto impacto en México. Según los datos proporcionados por el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, se ha logrado una notable reducción en la incidencia de homicidios dolosos, secuestros y otros delitos, lo que sugiere que las estrategias implementadas están comenzando a dar frutos.
### Reducción de Delitos de Alto Impacto
Uno de los aspectos más destacados de este periodo es la disminución del 25.3% en los homicidios dolosos, alcanzando en julio de 2025 la cifra más baja en una década. Este descenso es significativo, considerando que en junio se reportó una reducción del 24.5%. Además, el combate al secuestro ha sido particularmente exitoso, con una disminución del 70.8% al comparar el periodo de enero a julio de 2019 con el mismo periodo de 2025.
Otros delitos también han mostrado una tendencia a la baja. Por ejemplo, los feminicidios se redujeron en un 26.3%, mientras que las lesiones dolosas por disparo de arma de fuego disminuyeron en un 27.7%. Asimismo, el total de hurtos con violencia cayó un 48.3%, y el robo a casa habitación con violencia se redujo en un 51%. Estos datos reflejan un esfuerzo concertado por parte de las autoridades para abordar la criminalidad en diversas formas.
Sin embargo, no todo son buenas noticias. La extorsión se ha convertido en un fenómeno que parece resistente a los esfuerzos de las autoridades. Aunque se ha incrementado el número de reportes, esto podría atribuirse a la campaña del gobierno federal que busca incentivar las denuncias. Es crucial que las autoridades no bajen la guardia en este aspecto, ya que la extorsión puede tener efectos devastadores en la economía y la seguridad de las comunidades.
### Estrategias y Desafíos en la Lucha Contra el Crimen
Uno de los logros más notables en la lucha contra la delincuencia ha sido la reducción del 60% en homicidios dolosos en Guanajuato entre marzo y julio de este año. Este avance ha permitido que el estado deje atrás su reputación como uno de los más violentos del país. Además, se han llevado a cabo operaciones exitosas que han resultado en la confiscación de drogas, armas y otros recursos que pertenecen a grupos criminales, infligiendo pérdidas significativas a estas organizaciones.
A pesar de estos avances, es evidente que los delincuentes continúan adaptándose y reconstruyendo sus redes a un ritmo alarmante. La diversificación de las actividades controladas por el crimen organizado ha complicado aún más la tarea de las autoridades. Ya no se trata solo de desmantelar cargamentos de droga o cerrar negocios ilícitos; el crimen ha penetrado en sectores que, aunque no son ilegales en sí mismos, están siendo utilizados para financiar actividades delictivas.
Un claro ejemplo de esto es la Operación Liberación en el Estado de México, que reveló cómo el crimen organizado ha tomado control de negocios legítimos, como carnicerías y tiendas de materiales de construcción. Esta situación plantea un desafío adicional para las autoridades, que deben encontrar formas de desarticular estas redes sin afectar la economía local.
La lucha contra la delincuencia en México es un proceso complejo que requiere un enfoque multifacético. Las autoridades deben continuar implementando políticas efectivas y adaptarse a las nuevas realidades del crimen organizado. La tecnología, por ejemplo, juega un papel crucial en la lucha contra la criminalidad, y su uso debe ser optimizado para detectar y neutralizar actividades delictivas.
En resumen, aunque los avances en la reducción de delitos de alto impacto son alentadores, es fundamental que las autoridades mantengan su enfoque y no se dejen llevar por la complacencia. La seguridad pública es un derecho fundamental de todos los ciudadanos, y garantizarla requiere un esfuerzo constante y coordinado entre diferentes niveles de gobierno y la sociedad civil. La lucha contra el crimen organizado es un desafío que no se puede subestimar, y es imperativo que se sigan reforzando las estrategias actuales para lograr una pacificación efectiva del país.