La inversión extranjera directa (IED) en México ha mostrado un comportamiento notable en la primera mitad de 2025, con un total de 34 mil 265 millones de dólares captados, según datos recientes de la Secretaría de Economía. Este monto refleja la confianza de los inversionistas en el país, a pesar de los desafíos económicos y políticos que se presentan a nivel global. En este contexto, es importante analizar las fuentes de esta inversión y los sectores que están atrayendo capital foráneo.
**Principales Fuentes de Inversión Extranjera**
Las empresas de Estados Unidos continúan siendo las principales fuentes de IED en México, aportando 14 mil 703 millones de dólares en los primeros seis meses del año. Esto representa aproximadamente el 42.9% del total de la inversión extranjera, aunque ha disminuido ligeramente en comparación con el 44.1% del mismo periodo del año anterior. Esta tendencia destaca la importancia de la relación económica entre ambos países, donde cuatro de cada diez dólares de IED provienen de Estados Unidos.
En segundo lugar, España se posiciona como el segundo mayor inversor, con 5 mil 943 millones de dólares, lo que equivale al 17.3% del total. Canadá ocupa la tercera posición con mil 750 millones de dólares (5.1%), seguido por Japón y Alemania, que aportaron mil 444 millones (4.2%) y mil 284 millones (3.7%) respectivamente. En conjunto, estos cinco países representan el 73.3% de la IED total recibida en México, lo que subraya la concentración de inversiones en manos de unos pocos actores clave.
**Sectores Atractivos para la Inversión**
El sector manufacturero se ha consolidado como el principal receptor de IED, captando el 36% de la inversión total en el segundo trimestre de 2025, equivalente a 12 mil 333 millones de dólares. Este crecimiento en la manufactura se debe a la especialización y avance tecnológico que ha experimentado México, convirtiéndose en un polo atractivo para empresas extranjeras que buscan optimizar su producción y competitividad en el mercado global.
Por otro lado, los servicios financieros también han mostrado un desempeño destacado, atrayendo el 26.7% de la inversión, lo que se traduce en 9 mil 155 millones de dólares. Este sector ha sido fundamental para el desarrollo económico del país, ofreciendo una amplia gama de servicios que facilitan las operaciones comerciales y la inversión.
La construcción y la minería son otros sectores que han captado inversiones significativas, con 2 mil 619 millones de dólares (7.6%) y 2 mil 483 millones de dólares (7.2%) respectivamente. Estos sectores, aunque no tan predominantes como la manufactura y los servicios financieros, siguen siendo cruciales para el crecimiento económico y la creación de empleo en México.
Un aspecto relevante a considerar es que de los 34 mil 265 millones de dólares de IED recibidos, 28 mil 914 millones corresponden a reinversión de utilidades, lo que representa un 84.4% del total. Sin embargo, este componente ha experimentado un ligero descenso del 4.5% en comparación con el año anterior, lo que podría indicar una necesidad de diversificación en las fuentes de inversión.
Las nuevas inversiones, que suman 3 mil 149 millones de dólares, representan un 9.2% del total y han crecido un 246% en comparación con 2024, marcando el mayor crecimiento en los últimos 12 años. Este aumento en nuevas inversiones es un indicativo del interés sostenido de los inversionistas extranjeros en el mercado mexicano, a pesar de las incertidumbres globales.
La cuenta entre compañías, que se refiere a las transacciones financieras entre empresas, también ha mostrado una tendencia positiva, pasando de una salida de 101 millones de dólares en el segundo trimestre del año pasado a una captación de 202 millones en el mismo periodo de 2025. Esto refleja un cambio en la dinámica de inversión y un retorno a la confianza en el mercado mexicano.
En resumen, la IED en México durante la primera mitad de 2025 ha sido impulsada principalmente por la inversión de Estados Unidos, con un enfoque notable en los sectores de manufactura y servicios financieros. A medida que el país continúa adaptándose a un entorno económico cambiante, la capacidad de atraer capital foráneo será crucial para su desarrollo y competitividad en el ámbito internacional.