El Paquete Económico 2026 ha generado un amplio debate en torno al gasto público en salud en México. A pesar de un incremento proyectado del 5.9% en comparación con 2025, la realidad es que los recursos destinados a hospitales e institutos nacionales aún no alcanzan los niveles previos a los recortes de 2024 y 2025. Este artículo explora las implicaciones de este presupuesto y los desafíos que enfrenta el sistema de salud en el país.
### Incrementos y Recortes en el Gasto Público en Salud
El análisis del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) revela que, aunque el gasto total en salud para 2026 equivaldría al 2.6% del PIB, sigue estando muy por debajo del 6% recomendado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). En términos reales, el presupuesto proyectado para 2026 sería un 26.5% menor al ejercido en 2024, lo que representa una reducción de 10,799 millones de pesos. Este escenario plantea serias preocupaciones sobre la capacidad del sistema de salud para atender las necesidades de la población.
A pesar de que se prevé un aumento de 2,212 millones de pesos en el presupuesto para hospitales e institutos nacionales, este incremento no compensa los recortes sufridos en años anteriores. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Cancerología verá un aumento de su presupuesto de 2,042 millones de pesos en 2025 a 2,233 millones en 2026, pero esto representa una disminución del 32% en comparación con los 3,271 millones de pesos asignados en 2024. De manera similar, el Instituto Nacional de Cardiología Ignacio Chávez experimentará un aumento, pero aún así se mantendrá un 31% por debajo de su presupuesto de 2024.
Los hospitales más afectados por estos recortes son aquellos especializados en enfermedades crónicas y de alta prevalencia, como la obesidad, el cáncer y los padecimientos cardiovasculares. Por ejemplo, el Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán enfrentará una reducción del 33%, mientras que el Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga” verá una disminución del 30% en su presupuesto. Esta tendencia de recortes en áreas críticas de la salud plantea serias dudas sobre la capacidad del sistema para ofrecer atención adecuada a la población.
### Desigualdad en el Acceso a la Atención Médica
El informe del CIEP también destaca que el bajo nivel de financiamiento en salud exacerba las brechas en el acceso a los servicios sanitarios, especialmente entre la población sin seguridad social. Aunque el IMSS recibirá 58,213 millones de pesos adicionales, la Secretaría de Salud enfrentará una reducción de 2,228 millones, lo que podría afectar gravemente la atención de quienes dependen de estos servicios. El IMSS-Bienestar, que atiende al mayor número de personas, apenas tendrá un aumento del 0.8%, lo que es insuficiente para cubrir las necesidades de la población.
Particularmente preocupante es la situación de la salud mental, que verá una caída del 13.8% en su presupuesto respecto a 2024, representando solo el 1.5% del gasto total de la Secretaría de Salud y el IMSS-Bienestar. Esto está muy por debajo del 5% sugerido por la OMS, lo que indica una falta de atención a un área crítica de la salud pública. La salud mental ha sido históricamente desatendida en México, y esta reducción presupuestaria podría tener consecuencias devastadoras para aquellos que requieren atención en este ámbito.
Además, el presupuesto para la compra de medicamentos, material médico y de laboratorio tendrá un incremento del 9.8% respecto a 2025, pero una caída del 6.5% en comparación con el monto ejecutado en 2024. A pesar de estos aumentos, el gasto de bolsillo por compra de medicamentos ha aumentado, y la inflación en el sector salud podría alcanzar el 14.9% en 2025. Esto sugiere que los incrementos en el presupuesto no se traducen necesariamente en una mayor capacidad de compra y abasto de medicamentos, lo que podría agravar aún más la situación de los pacientes.
En resumen, el Presupuesto de Salud 2026 presenta un panorama complejo. Aunque hay incrementos en algunos rubros, estos son insuficientes para compensar los recortes previos y no abordan adecuadamente las necesidades de la población, especialmente en áreas críticas como la salud mental y el acceso a medicamentos. La desigualdad en el acceso a la atención médica sigue siendo un desafío importante que debe ser abordado con urgencia para garantizar que todos los mexicanos tengan acceso a servicios de salud de calidad.