La violencia homicida en el estado de Hidalgo ha experimentado un alarmante incremento en los primeros seis meses de 2025, posicionándolo entre los cinco estados con mayor tasa de homicidios en el país. Según un análisis realizado por México Evalúa, se registraron 128 homicidios dolosos en este periodo, lo que representa un aumento significativo en comparación con el mismo periodo del año anterior. Este fenómeno no solo refleja un deterioro en la seguridad pública, sino que también pone de manifiesto la creciente influencia del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en la región, que busca establecer su control sobre el robo de hidrocarburos, conocido como huachicol.
La situación en Hidalgo es preocupante, ya que, aunque la tasa de homicidios se encuentra por debajo del promedio nacional, la tendencia es al alza. En el balance de violencia homicida por cada 100 mil habitantes, el estado se clasifica como regular, pero con un claro indicativo de que la violencia se está intensificando. Además de los homicidios, se reportaron 118 personas desaparecidas y 169 delitos contra la vida, lo que sugiere un panorama de inseguridad que afecta a la población en múltiples niveles.
La presencia del CJNG en Hidalgo no es un fenómeno aislado. Este cártel ha demostrado su capacidad para desplazar a organizaciones locales y establecer su dominio en territorios donde anteriormente operaban bandas más pequeñas. La lucha por el control del huachicol ha llevado a un aumento en la violencia, similar a lo que se ha observado en otros estados como Guanajuato, donde el conflicto entre el CJNG y el Cártel Santa Rosa de Lima ha dejado un rastro de sangre y caos.
### La Disputa por el Control del Huachicol
El robo de combustible ha sido un problema persistente en México, y Hidalgo no es la excepción. La búsqueda del CJNG por controlar este lucrativo negocio ha desencadenado una serie de enfrentamientos violentos que han puesto en riesgo la vida de los ciudadanos. Este tipo de delitos no solo afecta la economía local, sino que también genera un clima de miedo y desconfianza entre la población.
El análisis de México Evalúa indica que la violencia en Hidalgo está relacionada con la dinámica de poder entre el CJNG y las organizaciones locales. A medida que el cártel intenta consolidar su control, las bandas locales se ven obligadas a reaccionar, lo que puede resultar en un ciclo de violencia aún más intenso. La intervención de las autoridades, tanto estatales como federales, es crucial para evitar que la situación se deteriore aún más y para prevenir la formación de nuevas organizaciones criminales en la región.
Las cifras son elocuentes: en el top de los cinco estados con mayor incremento de la tasa homicida, Hidalgo ocupa un lugar destacado con un aumento del 15.2% en comparación con el año anterior. Este incremento se suma a la lista de estados que ya enfrentan serios problemas de violencia, como Sinaloa y la Ciudad de México, que han visto aumentos aún más significativos.
### Un Contexto de Fragmentación y Desigualdad
El informe de México Evalúa también destaca que la violencia en México no se distribuye de manera uniforme. Existen regiones donde la violencia es más intensa y se concentra en áreas de alta disputa estratégica, mientras que otras zonas experimentan un control criminal más estable o menor interés por parte de las organizaciones delictivas. Esta fragmentación del territorio nacional en términos de violencia es un factor que complica la labor de las autoridades y la implementación de políticas efectivas para combatir el crimen.
El gobierno mexicano ha sido criticado por su enfoque en la medición de la violencia letal, que a menudo no refleja la complejidad del fenómeno criminal en el país. Las estadísticas de homicidios dolosos, aunque útiles, presentan limitaciones y no siempre capturan el total de asesinatos que ocurren en el país. Esto subraya la necesidad de una revisión más profunda de las metodologías utilizadas para evaluar la seguridad y la violencia en México.
La situación en Hidalgo es un claro ejemplo de cómo la violencia puede escalar rápidamente en un contexto de debilidad institucional y falta de intervención efectiva por parte de las autoridades. La combinación de factores como la pobreza, la corrupción y la impunidad contribuyen a un entorno donde el crimen organizado puede prosperar, afectando la vida cotidiana de los ciudadanos y desafiando la capacidad del estado para garantizar la seguridad.
En resumen, el aumento de la violencia homicida en Hidalgo es un fenómeno complejo que requiere atención urgente. La intervención de las autoridades es esencial para frenar la expansión del CJNG y restaurar la seguridad en la región. Sin un enfoque integral que aborde las causas subyacentes de la violencia, es probable que la situación continúe deteriorándose, afectando a las comunidades y a la estabilidad del estado en su conjunto.