La presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, ha manifestado de manera contundente su oposición a la idea de reanudar la guerra contra el narcotráfico, un enfoque que, según ella, no solo ha fracasado en su objetivo de reducir la violencia, sino que también representa un camino hacia el autoritarismo. En sus declaraciones recientes, Sheinbaum ha enfatizado que regresar a esta estrategia sería un «permiso para matar» y un paso hacia el fascismo, un término que ha utilizado para describir lo que considera un ataque a los derechos humanos y al estado de derecho en el país.
La mandataria ha señalado que la guerra contra el narcotráfico, iniciada por el expresidente Felipe Calderón, ha resultado en un aumento significativo de los homicidios y la violencia en México. En su opinión, este enfoque ha sido ineficaz y ha llevado a un ciclo de violencia que ha afectado a miles de familias en todo el país. Durante una de sus conferencias matutinas en Palacio Nacional, Sheinbaum argumentó que la estrategia de militarización y el uso de la fuerza no son soluciones viables para el problema del narcotráfico, y que es necesario buscar alternativas que respeten los derechos humanos y el estado de derecho.
### La Cuarta Transformación y el Debate Nacional
El discurso de Sheinbaum se inscribe dentro de un contexto más amplio de debate sobre el futuro de México y la dirección que debe tomar el país. La presidenta ha afirmado que existen dos proyectos de nación en conflicto: uno que busca regresar a un pasado marcado por la corrupción y los privilegios, y otro que se enfoca en el bienestar del pueblo y la lucha contra la pobreza, representado por la Cuarta Transformación (4T).
La 4T, impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se basa en principios de justicia social, combate a la corrupción y desarrollo económico inclusivo. Sheinbaum ha destacado que, bajo este enfoque, más de 13.5 millones de mexicanos han salido de la pobreza, lo que demuestra, según ella, que es posible avanzar hacia un México más justo sin recurrir a la violencia.
La mandataria ha criticado a aquellos que abogan por un regreso a la guerra contra el narcotráfico, señalando que este tipo de propuestas son autoritarias y carecen de un fundamento legal. «La guerra contra el narco está fuera de la ley», ha afirmado, y ha instado a sus opositores a reflexionar sobre las consecuencias de sus propuestas. En su opinión, el verdadero autoritarismo radica en la imposición de la violencia del Estado y en la falta de respeto por los derechos humanos.
### Estrategias Alternativas para la Seguridad
En lugar de recurrir a la militarización y la violencia, Sheinbaum ha propuesto un enfoque integral para abordar el problema del narcotráfico y la violencia en México. Este enfoque incluye la implementación de políticas sociales que busquen atacar las causas profundas de la delincuencia, como la pobreza, la falta de oportunidades y la desigualdad.
Uno de los pilares de su estrategia es el Plan Michoacán por la Paz, que se presentará en un borrador en los próximos días. Este plan busca establecer un marco de diálogo y consulta con la población, así como involucrar a diferentes sectores de la sociedad en la construcción de soluciones a los problemas de seguridad. La presidenta ha enfatizado que este plan no está orientado hacia la militarización, sino que busca una paz duradera a través de la inclusión y el respeto a los derechos humanos.
Además, Sheinbaum ha señalado la importancia de fortalecer las instituciones civiles y de justicia, así como de promover la educación y el desarrollo económico en las comunidades más afectadas por la violencia. La idea es crear un entorno en el que las personas tengan acceso a oportunidades y recursos, lo que, a su vez, puede reducir la tentación de involucrarse en actividades delictivas.
La presidenta ha reiterado que el camino hacia la paz y la seguridad en México no puede basarse en la violencia y la represión, sino en el respeto a la ley y la promoción de los derechos humanos. En este sentido, su administración ha buscado implementar programas que fomenten la inclusión social y el desarrollo económico, con el objetivo de construir un país más justo y equitativo.
El debate sobre la guerra contra el narcotráfico y las estrategias de seguridad en México continúa siendo un tema candente y polarizador. Sin embargo, la postura de Claudia Sheinbaum representa una alternativa que busca romper con el ciclo de violencia y autoritarismo que ha caracterizado a las políticas de seguridad en el pasado. Su enfoque en la justicia social y el respeto a los derechos humanos podría marcar un cambio significativo en la forma en que México aborda el problema del narcotráfico y la violencia, ofreciendo una visión de esperanza para un futuro más pacífico y justo.
