Con la llegada del Buen Fin 2025, muchos mexicanos se preparan para aprovechar las ofertas y promociones que inundan el mercado. Sin embargo, es crucial entender cómo nuestras decisiones de compra pueden verse influenciadas por la forma en que pagamos. La neurociencia y la economía conductual ofrecen una perspectiva fascinante sobre este fenómeno, revelando que el método de pago puede activar diferentes reacciones en nuestro cerebro, lo que a su vez afecta nuestras decisiones de compra y nuestra salud financiera.
### La Psicología Detrás del Gasto
Cuando utilizamos una tarjeta de crédito, se activa una parte del cerebro conocida como el cuerpo estriado. Este área es responsable de la liberación de dopamina, el neurotransmisor asociado con el placer y la recompensa. Según estudios realizados por el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), el uso de tarjetas de crédito puede generar una sensación de bienestar que hace que comprar sea más emocionante y menos doloroso. Esto, a su vez, incrementa la probabilidad de adquirir más productos o elegir opciones más costosas.
Por otro lado, el pago en efectivo provoca una reacción emocional completamente diferente. Al entregar billetes o monedas, el cerebro interpreta este acto como una pérdida tangible. Melisa Chávez, académica de Economía Conductual de la UNAM, explica que ver cómo disminuye nuestro dinero genera una sensación de dolor o desánimo, similar al dolor físico. Este fenómeno se conoce como el «dolor de pagar» (pain of paying), y es un concepto clave en la economía conductual.
La distancia temporal entre el consumo y el pago también juega un papel importante. Cuando pagamos con tarjeta de crédito, el pago real puede diferirse hasta 50 días, lo que significa que el cerebro no asocia la compra con una pérdida inmediata. En contraste, el uso de efectivo o tarjeta de débito hace que el gasto se sienta inmediato, lo que tiende a reducir el impulso de compra. Joselyn Quintero, especialista en neurofinanzas, señala que las tarjetas crean una ilusión de que el dinero sigue ahí, lo que puede llevar a un gasto excesivo.
### El Buen Fin y el Consumo Emocional
Durante eventos como el Buen Fin, los estímulos del entorno, como ofertas, anuncios y recompensas digitales, intensifican esta respuesta cerebral. Cada promoción actúa como un refuerzo positivo que aumenta la liberación de dopamina, lo que puede llevar a un efecto de compra compulsiva temporal. Según datos de Fiserv, el 85% de los usuarios en México utiliza tarjetas de débito y el 66% tarjetas de crédito, mientras que el 59% realiza transferencias bancarias. Aunque el efectivo sigue siendo el medio de pago más común, el auge de las plataformas digitales y los pagos sin contacto ha reducido la percepción de gasto real.
La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) advierte que, con la avalancha de ofertas, es fácil caer en la trampa de la emoción por las compras. Muchas personas justifican sus hábitos de consumo con frases como: «Porque quiero, puedo y me lo merezco» o «El dinero va y viene». Sin embargo, estas justificaciones pueden llevar a decisiones de compra irracionales.
Para evitar caer en esta trampa, es recomendable implementar técnicas que ayuden a reflexionar sobre la necesidad real de un producto o servicio. Una estrategia efectiva es agregar el artículo deseado al carrito de compra en línea o identificar la mejor oferta en una tienda física, y luego continuar con las actividades diarias. Si después de dos días aún no se siente la necesidad de adquirir el producto, es probable que no sea esencial. Esta pausa permite evaluar si realmente vale la pena endeudarse o realizar ese gasto.
Además, es fundamental cuidar la salud financiera. Aunque los pagos a meses sin intereses pueden parecer una opción atractiva, pueden convertirse en una bola de nieve si no se manejan adecuadamente. Antes de optar por esta modalidad, es crucial evaluar el costo del producto o servicio y el plazo de pagos. Aunque no se generen intereses adicionales, se trata de una deuda que reducirá el ingreso disponible para otros gastos mensuales.
La regla del 30% es una guía útil: el pago de las deudas mensuales nunca debe superar el 30% de los ingresos en el mismo periodo. Esta estrategia ayuda a mantener un equilibrio financiero y a evitar caer en la trampa del gasto impulsivo.
Para aquellos que desean mantenerse informados sobre salud y bienestar, seguir fuentes confiables en redes sociales puede ser de gran ayuda. Plataformas como Facebook y TikTok ofrecen contenido valioso que puede ayudar a tomar decisiones más informadas sobre el consumo y la salud financiera. Mantenerse al tanto de las tendencias y consejos puede ser un recurso útil para navegar por eventos de compra como el Buen Fin de manera más consciente y responsable.
