Recientemente, un incidente de maltrato animal ha generado una fuerte controversia en Colombia, tras la difusión de un video en el que una influencer agredía a un perrito durante una transmisión en vivo. Este caso ha captado la atención de miles de usuarios en redes sociales, quienes han expresado su indignación y han exigido justicia para el animal afectado. La influencer involucrada, conocida como Madre Andry, se ha convertido en el centro de críticas y ha visto cómo su reputación se desploma tras el escándalo.
El suceso ocurrió el 20 de septiembre de 2025, cuando la influencer, que se identifica como la primera mujer trans de baja estatura en Colombia, fue grabada golpeando a un perrito con una escoba. Según los informes, la agresión se produjo porque el animal había dañado un par de zapatos de la influencer. Aunque en el video no se aprecian claramente los golpes, el llanto del perrito es audible, lo que ha conmovido a muchos espectadores.
La transmisión fue vista por cientos de personas en directo, quienes no tardaron en compartir el video en diversas plataformas, lo que llevó a que activistas de derechos de los animales intervinieran y rescataran al perrito. Este acto de maltrato ha suscitado un debate sobre la responsabilidad de los influencers y el impacto que sus acciones pueden tener en sus seguidores, especialmente en temas tan sensibles como el bienestar animal.
### La Respuesta de la Comunidad y el Rescate del Perrito
La reacción de la comunidad en línea fue inmediata. Usuarios de Instagram y TikTok inundaron las cuentas de Madre Andry con comentarios de repudio, pidiendo que se tomaran acciones legales en su contra. Activistas por los derechos de los animales se movilizaron rápidamente para rescatar al perrito, que fue encontrado en condiciones deplorables. Según los rescatistas, el animal tenía marcas en el hocico y vivía en un espacio reducido, siempre atado a su correa.
El rescate del perrito fue documentado en redes sociales, donde se compartieron imágenes del animal recuperándose en una tienda de mascotas. La persona que lo rescató publicó un emotivo mensaje en el que expresaba su alegría por haber salvado al perrito, afirmando que «rescatamos vidas y sanamos corazones rotos». Este acto de compasión ha sido bien recibido por la comunidad, que ha elogiado el esfuerzo de los activistas por brindar un hogar seguro al animal.
El video del rescate ha sido compartido ampliamente, generando un efecto positivo en la percepción pública sobre el bienestar animal. Sin embargo, la controversia en torno a Madre Andry continúa, y muchos se preguntan si se tomarán medidas legales en su contra por el maltrato que sufrió el perrito.
### ¿Quién es Madre Andry?
Madre Andry, cuyo nombre real es Andry Juliet, ha sido una figura controvertida en las redes sociales. Se ha presentado como activista por los derechos de la comunidad LGBT y de las personas de estatura baja. En sus propias palabras, ella se siente orgullosa de ser la única transexual de baja estatura y operada en Colombia. A pesar de su activismo, este incidente ha puesto en tela de juicio su compromiso con los derechos de los animales y ha generado un debate sobre la responsabilidad de los influencers en sus acciones.
Con alrededor de 5,000 seguidores en Instagram y más de 16,000 en TikTok, la influencer ha utilizado sus plataformas para hablar sobre temas de inclusión y diversidad. Sin embargo, el reciente escándalo ha eclipsado su trabajo previo y ha llevado a muchos a cuestionar su autenticidad como defensora de los derechos de los demás.
La influencer ha estado involucrada en proyectos para ayudar a personas trans y ha participado en el reality show «La Casa de los Famosos 2025» en su versión colombiana. Sin embargo, la percepción pública de su imagen ha cambiado drásticamente tras el incidente con el perrito, lo que podría tener repercusiones en su carrera y en su capacidad para influir positivamente en su comunidad.
Este caso ha abierto un debate más amplio sobre el maltrato animal y la responsabilidad de los influencers en la sociedad actual. La viralización de este tipo de contenido en redes sociales plantea preguntas sobre la ética de la difusión de actos de violencia y la necesidad de establecer límites claros sobre lo que es aceptable en plataformas públicas.
La situación también ha resaltado la importancia de la educación sobre el bienestar animal y la necesidad de promover una cultura de respeto hacia todas las criaturas. La comunidad ha respondido con un llamado a la acción, instando a las autoridades a tomar medidas contra el maltrato animal y a fomentar la adopción responsable de mascotas.
El caso de Madre Andry y el perrito agredido es un recordatorio de que las acciones tienen consecuencias, y que la visibilidad en redes sociales conlleva una responsabilidad. La comunidad espera que este incidente sirva como un catalizador para el cambio y que se tomen medidas efectivas para prevenir futuros casos de maltrato animal en Colombia y en el mundo.