En el corazón de Chiapas, se encuentra San Juan Chamula, un pueblo que destaca por su rica herencia cultural y sus tradiciones ancestrales. Este lugar, ubicado a 2,720 metros sobre el nivel del mar, es hogar de las etnias tzotzil y tzeltal, quienes han mantenido vivas sus costumbres a lo largo de los siglos. La localidad, que se encuentra a solo 25 minutos en auto desde San Cristóbal de las Casas, es conocida no solo por su belleza natural, sino también por su enigmática iglesia y las leyendas que la rodean.
### La Iglesia de San Juan Chamula: Un Espacio Sagrado
La iglesia de San Juan Chamula, dedicada a San Juan Bautista, es un ejemplo fascinante de la fusión entre la arquitectura española e indígena. Aunque no se conoce la fecha exacta de su construcción, se estima que fue finalizada en el siglo XVII. Su exterior es sencillo, pintado de blanco, pero lo que realmente sorprende es su interior. A diferencia de las iglesias tradicionales, no hay bancas; el piso está cubierto de hojas y ramas de pino, consideradas sagradas por los chamulas.
Dentro de la iglesia, las mesas de madera están adornadas con cientos de velas de cera, y las vitrinas albergan figuras de santos. Sin embargo, lo más impactante es la forma en que los habitantes practican su devoción. En lugar de comulgar con un sacerdote, los devotos se dirigen directamente a los santos, llevando consigo espejos que les permiten verse a sí mismos durante la penitencia. Esta práctica simboliza la importancia de la honestidad personal y la autoevaluación.
Los rituales que se llevan a cabo en la iglesia son una mezcla de creencias católicas y prácticas paganas. Es común ver a indígenas arrodillados, orando en tzotzil, mientras chamanes realizan sacrificios de gallinas y ofrecen bebidas como Coca Cola y pox, una bebida fermentada que tiene raíces en la época prehispánica. Este último es consumido al finalizar las oraciones, simbolizando una conexión entre el mundo material y el espiritual.
### La Leyenda del Templo: Un Relato Mágico
La historia de la iglesia de San Juan Chamula está envuelta en una leyenda fascinante que se remonta a la época de la conquista española. Según la tradición, un misterioso hombre negro, conocido por sus poderes sobrenaturales, habitaba en el pueblo. Los nativos, temerosos y respetuosos, acudieron a él en busca de ayuda para construir una iglesia, ya que no contaban con un lugar para cumplir sus deberes espirituales.
El brujo aceptó la solicitud y, acompañado de varios indígenas, comenzó a buscar un lugar adecuado para edificar el templo. Se detuvo en lo que hoy es la plaza principal y, tras un poderoso silbido, las montañas cercanas respondieron. De manera asombrosa, grandes piedras comenzaron a moverse y transformarse en borregos, que se dirigieron hacia el brujo. Este fenómeno, que dejó a todos atónitos, culminó con la transformación de los animales en piedra, que fueron utilizados para construir la iglesia.
La leyenda no solo resalta la importancia del templo en la vida espiritual de los chamulas, sino que también refleja la conexión profunda que tienen con su entorno natural y sus creencias. La montaña conocida como Chajancavitz, que no respondió al llamado del brujo, se ha convertido en un símbolo de resistencia y misterio en la cultura local.
### Recomendaciones para Visitar San Juan Chamula
Visitar San Juan Chamula es una experiencia única, pero es fundamental hacerlo con respeto hacia las costumbres locales. La toma de fotografías y videos dentro de la iglesia está estrictamente prohibida, ya que los chamulas creen que esto puede robar su alma. Si deseas capturar imágenes, es esencial pedir permiso a los habitantes, quienes valoran su privacidad y tradiciones.
Además, la entrada a la iglesia tiene un costo aproximado de $40 pesos, lo que contribuye al mantenimiento del lugar sagrado. Al visitar, es recomendable adoptar una actitud de respeto y apertura hacia las prácticas y creencias de la comunidad, que han perdurado a lo largo de los años.
San Juan Chamula no es solo un destino turístico; es un lugar donde la espiritualidad, la historia y la cultura se entrelazan en un tapiz vibrante. La iglesia y su leyenda son testigos de la resistencia y la riqueza cultural de un pueblo que sigue honrando sus raíces en un mundo en constante cambio.