En los últimos años, el Tren de Aragua ha emergido como una de las organizaciones criminales más temidas y poderosas de América Latina. Su evolución desde una pandilla carcelaria hasta convertirse en un actor transnacional en el crimen organizado ha captado la atención de gobiernos y agencias de seguridad en todo el continente. Este artículo explora la historia, las tácticas y la expansión de esta organización, así como el impacto que ha tenido en la región.
### Orígenes del Tren de Aragua: Un Producto del Sistema Carcelario Venezolano
El Tren de Aragua tiene sus raíces en el sistema penitenciario de Venezuela, donde las condiciones de hacinamiento y la falta de control han permitido el surgimiento de diversas pandillas. Durante la gestión de Tareck El Aissami como ministro de Relaciones Interiores y Justicia entre 2008 y 2012, se implementaron cambios que, aunque buscaban humanizar las cárceles, terminaron por facilitar la creación de estructuras criminales dentro de ellas. El fenómeno del «pranato», donde los líderes criminales controlan las cárceles, se consolidó durante este periodo, permitiendo que los reclusos operaran con un alto grado de libertad.
El Tren de Aragua se formó alrededor de 2005, inicialmente como un sindicato de trabajadores que extorsionaba a contratistas en la construcción del Ferrocarril de Venezuela. Con el tiempo, este grupo se transformó en una organización delictiva que adoptó el nombre de Tren de Aragua, en referencia a su participación en los trabajos ferroviarios. A partir de 2014, comenzaron a surgir denuncias de extorsión y otros delitos asociados a este grupo, que rápidamente se consolidó bajo el liderazgo de figuras clave como Héctor Rusthenford Guerrero Flores, conocido como «Niño Guerrero».
### Estrategias de Expansión y Diversificación Criminal
Una de las características más notables del Tren de Aragua es su capacidad para adaptarse y diversificarse. Desde sus inicios, la organización ha utilizado tácticas depredadoras para expandir su influencia. Esto incluye la creación de nuevas células criminales que operan como franquicias, lo que les permite acceder a múltiples fuentes de ingresos. Estas actividades abarcan desde el narcotráfico y la extorsión hasta la trata de personas y el lavado de dinero.
La migración masiva de venezolanos a partir de 2017 ha sido un factor crucial en la expansión del Tren de Aragua. Aprovechando la desesperación de quienes huyen de la crisis económica y política, la organización ha establecido redes de tráfico de migrantes, ofreciendo promesas de trabajo que a menudo resultan en explotación sexual y laboral. En Colombia, por ejemplo, se ha documentado la participación del Tren de Aragua en la trata de personas, donde mujeres son engañadas con ofertas de empleo y luego forzadas a la prostitución.
En México, la presencia del Tren de Aragua se ha consolidado en al menos seis estados, donde han comenzado a competir con otros grupos criminales por el control de actividades ilícitas. Su especialización en el narcomenudeo y la trata de mujeres ha generado un aumento en la violencia y la inseguridad en las áreas donde operan. La colaboración con otros grupos delictivos les ha permitido acceder a recursos y armamento, facilitando su expansión en el territorio mexicano.
### Impacto Regional y Respuesta Internacional
El impacto del Tren de Aragua no se limita a Venezuela. Su capacidad para operar en múltiples países ha llamado la atención de gobiernos y agencias de seguridad en América Latina y Estados Unidos. La organización ha sido incluida en listas de grupos terroristas por el gobierno estadounidense, lo que ha llevado a un aumento en las operaciones de inteligencia y seguridad para desmantelar sus redes.
Hasta 2022, se estimaba que el Tren de Aragua contaba con más de cuatro mil integrantes y había extendido sus operaciones a países como Colombia, Perú, Brasil, Chile, Ecuador, Bolivia y Costa Rica. Esta expansión ha generado preocupación en las autoridades, que ven en el Tren de Aragua una amenaza no solo para la seguridad nacional, sino también para la estabilidad regional.
La respuesta internacional ha incluido esfuerzos coordinados para combatir el narcotráfico y la trata de personas, así como iniciativas para abordar las causas subyacentes de la migración venezolana. Sin embargo, el desafío que representa el Tren de Aragua es complejo, ya que su estructura descentralizada y su capacidad para adaptarse a nuevas circunstancias dificultan su desmantelamiento.
### Conclusiones sobre el Futuro del Tren de Aragua
El futuro del Tren de Aragua es incierto, pero su historia hasta ahora demuestra cómo las condiciones socioeconómicas y políticas pueden dar lugar a la formación de organizaciones criminales poderosas. A medida que continúan los esfuerzos para abordar la crisis en Venezuela y la migración en la región, será crucial que los gobiernos trabajen juntos para desmantelar las redes delictivas y ofrecer alternativas viables a las comunidades afectadas. La lucha contra el Tren de Aragua y otros grupos similares requerirá un enfoque integral que aborde tanto la seguridad como el desarrollo social y económico en las áreas más vulnerables.
