Desde la llegada de la administración de Andrés Manuel López Obrador, el gasto social en México ha experimentado un notable incremento. Este artículo explora cómo el gobierno ha triplicado el presupuesto destinado a programas sociales y qué implicaciones tiene este aumento para la economía del país y sus ciudadanos.
La Cuarta Transformación (4T) ha sido un tema de debate constante en la política mexicana, especialmente en lo que respecta a sus políticas de bienestar social. Desde 2019, el gobierno ha destinado una cifra impresionante de 4.5 billones de pesos a programas sociales, lo que ha permitido un aumento significativo en el apoyo a grupos vulnerables, becas escolares, y programas de empleo para jóvenes. Para el año 2026, se prevé que el presupuesto total para los 20 programas de mayor cobertura social alcance los 992 mil 763 millones de pesos, un aumento del 260% en comparación con el primer año de la administración de López Obrador.
### Incremento en el Presupuesto de Programas Sociales
El Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) para el próximo año revela que el gobierno federal ha decidido priorizar el gasto social, lo que ha generado reacciones diversas entre economistas y analistas. Este aumento en el presupuesto no solo se traduce en más dinero, sino también en un cambio en la forma en que se distribuyen los recursos. Por ejemplo, el programa de Pensión para Personas Adultas Mayores ha visto un incremento de 113 mil millones de pesos en 2019 a 526.5 mil millones en 2026, lo que representa el 53% del total destinado a programas prioritarios.
El programa Mujeres Bienestar, que busca apoyar a mujeres de entre 60 y 64 años, recibirá 59 mil 969 millones de pesos, un aumento del 300% respecto al año anterior. Este tipo de iniciativas no solo busca atender necesidades inmediatas, sino también empoderar a un sector de la población que históricamente ha sido marginado. Sin embargo, este aumento en el gasto social plantea preguntas sobre la sostenibilidad de estas políticas a largo plazo.
### Desafíos y Sostenibilidad del Gasto Social
A pesar de los beneficios inmediatos que estos programas pueden ofrecer, expertos como Saúl Arellano, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), advierten sobre la necesidad de reformas fiscales que permitan al gobierno financiar estos programas sin caer en un déficit insostenible. Arellano señala que la expansión de los programas sociales podría depender de la creación de nuevos impuestos o de una ampliación de la base gravable, lo que a su vez requeriría un crecimiento económico sostenido.
La dependencia de la impresión de dinero o del endeudamiento para financiar estos programas podría llevar a una inflación peligrosa, lo que afectaría a la población más vulnerable que estos programas intentan ayudar. La situación se complica aún más al considerar que, a pesar de la fuerte inversión en programas sociales, menos del 15% del dinero destinado a estas iniciativas ha contribuido a sacar a millones de mexicanos de la pobreza, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
La política social en México no puede ser vista únicamente como un mecanismo para combatir la pobreza. También es una herramienta para mantener una base social leal y participativa, lo que plantea un dilema sobre la efectividad y la dirección futura de estas políticas. La administración de Claudia Sheinbaum, que ha continuado con la línea de López Obrador, ha introducido nuevos programas que, aunque son bien recibidos, también requieren un análisis crítico sobre su viabilidad a largo plazo.
### Programas Educativos y su Impacto
Uno de los aspectos más destacados del aumento en el gasto social es el impulso a las becas educativas. Con la llegada de Claudia Sheinbaum a la presidencia, las becas para estudiantes de nivel básico y medio superior han aumentado significativamente. Se prevé que se destinen 184 mil 595 millones de pesos a becas educativas, lo que representa un aumento del 224% respecto a 2019. La Beca Rita Cetina, destinada a estudiantes de primaria y secundaria, recibirá 129 mil 386 millones de pesos, mientras que la Beca Benito Juárez para el nivel medio superior contará con 42 mil 559 millones de pesos.
Estos programas no solo buscan mejorar la educación en el país, sino también asegurar que los estudiantes tengan acceso a recursos que les permitan continuar sus estudios sin interrupciones. Sin embargo, la efectividad de estas becas dependerá de su implementación y de la capacidad del gobierno para mantener estos niveles de financiamiento en el futuro.
### La Perspectiva de los Programas de Bienestar
Los programas de bienestar, como Jóvenes Construyendo el Futuro, han sido fundamentales para la administración actual. Este programa, que comenzó con un presupuesto de 40 mil millones de pesos, ha visto fluctuaciones en su financiamiento, pero sigue siendo un pilar para la inclusión laboral de jóvenes en el país. Actualmente, este programa beneficia a más de 285 mil jóvenes, quienes reciben un salario mensual para adquirir experiencia laboral.
El enfoque del gobierno en el bienestar social ha llevado a un aumento en la cobertura de beneficiarios, que ha pasado de 9.5 millones en 2019 a 16.3 millones en 2025. Sin embargo, este crecimiento en la cobertura no siempre se traduce en un aumento proporcional en el gasto, lo que plantea interrogantes sobre la eficiencia y la efectividad de la distribución de recursos.
En resumen, el aumento del gasto social en México durante la administración de la 4T ha sido significativo y ha impactado a millones de ciudadanos. Sin embargo, la sostenibilidad de estos programas y su capacidad para generar un cambio real en la vida de las personas dependerá de reformas fiscales y de una gestión eficiente de los recursos. La política social en México enfrenta desafíos importantes que deben ser abordados para garantizar que los beneficios de estos programas se mantengan en el tiempo.