En un contexto de creciente preocupación por la economía de las familias mexicanas, el gobierno federal ha tomado la iniciativa de movilizarse en contra de una propuesta legislativa en Estados Unidos que busca gravar las remesas enviadas por migrantes mexicanos. Esta medida no solo afectaría a México, sino que también tendría repercusiones en otros países de América Latina y en India, que es el principal receptor de remesas desde el país norteamericano. La presidenta Claudia Sheinbaum ha expresado su firme oposición a esta reforma, argumentando que es injusta y potencialmente inconstitucional.
La presidenta Sheinbaum, a través de la Secretaría de Relaciones Exteriores y la embajada de México en EE. UU., ha comenzado a presentar argumentos que cuestionan la validez de esta reforma. En una reciente conferencia de prensa, afirmó: «Si es necesario nos vamos a movilizar, porque es muy injusto». La mandataria enfatizó que el gobierno mexicano está comprometido a proteger a las familias que dependen de estas remesas, que son una fuente crucial de ingresos para muchos hogares en el país.
La propuesta de gravar las remesas ha sido aprobada en una de las comisiones del Congreso estadounidense, pero aún debe pasar por otras instancias antes de convertirse en ley. Sheinbaum ha señalado que la medida podría resultar en una doble tributación para los migrantes mexicanos, quienes ya contribuyen a la economía estadounidense y envían dinero a sus familias en México. «No estamos de acuerdo con esa medida. Es inconstitucional incluso en Estados Unidos, porque se cobraría doble impuesto», agregó.
### La Respuesta del Congreso Mexicano
Ante la inminente amenaza de esta reforma, el Congreso mexicano ha tomado cartas en el asunto. Ayer, se envió una carta al líder de la Cámara de Representantes de EE. UU., James Michel Johnson, solicitando una reunión urgente para discutir los argumentos en contra de este gravamen. En una sesión reciente, los representantes de la Cámara de Diputados y del Senado acordaron por unanimidad remitir esta carta, lo que demuestra un frente unido en la defensa de los derechos de los migrantes mexicanos.
La misiva fue firmada por destacados miembros del Congreso, incluyendo al presidente de la Comisión Permanente, Gerardo Fernández Noroña, y el coordinador de Morena, Adán Augusto López Hernández. Fernández Noroña ha indicado que esperan una respuesta de los legisladores estadounidenses antes de decidir si enviarán un grupo plural de legisladores a Washington para abogar por la reconsideración de esta medida. «Vamos a ver qué respuesta hay. ¿Para qué nos arriesgamos a una descortesía si viajamos sin que lo acepten en Washington?», comentó.
Los congresistas mexicanos han expresado su preocupación de que esta doble tributación podría generar un mercado alternativo, inseguro y no auditable para el envío de dinero de los migrantes a sus familias. Esta situación podría afectar no solo a los migrantes, sino también a la economía mexicana en su conjunto, dado que las remesas son una fuente importante de ingresos para muchas familias.
### Implicaciones Económicas y Sociales
El impacto de gravar las remesas podría ser devastador para muchas familias en México. Según datos recientes, las remesas representan una parte significativa del ingreso de millones de hogares en el país. En un contexto donde la economía global ya enfrenta desafíos, como la caída de la demanda de crudo y el aumento de aranceles, este nuevo impuesto podría agravar aún más la situación económica de las familias mexicanas.
La presidenta Sheinbaum ha señalado que el gobierno de EE. UU. tiene derecho a buscar nuevos ingresos, pero no a gravar a quienes ya han pagado impuestos. «Las autoridades del vecino país están en su derecho de buscar otros ingresos, pero no cobrándole impuestos a quien ya los pagó», afirmó. Esta postura refleja la preocupación de que las políticas fiscales de EE. UU. no solo afectan a los migrantes, sino que también pueden tener repercusiones en la economía mexicana.
Además, la presidenta ha hecho un llamado a la unidad entre los mexicanos, tanto en el país como en el extranjero, para enfrentar esta injusticia. «Sería muy bueno que se involucraran todos los mexicanos porque esto es una injusticia», enfatizó. La movilización de la comunidad mexicana en EE. UU. y la colaboración con organizaciones locales son esenciales para hacer frente a esta situación.
En resumen, la propuesta de gravar las remesas ha generado una respuesta contundente por parte del gobierno mexicano y del Congreso. La defensa de los derechos de los migrantes y la protección de las familias que dependen de estas remesas son prioridades que el gobierno está dispuesto a defender en todos los frentes. La situación sigue evolucionando, y la respuesta de los legisladores estadounidenses será crucial en las próximas semanas.