El pan es uno de los alimentos más consumidos en México, siendo parte esencial de la dieta diaria de millones de personas. Su versatilidad permite que se consuma en diversas ocasiones: en el desayuno, como postre o incluso en la cena. Según datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, los mexicanos consumen un promedio de 33.5 kg de pan al año, lo que lo convierte en un alimento básico por su accesibilidad y variedad. Sin embargo, detrás de este alimento tan querido, se encuentra una realidad laboral que merece ser analizada.
**Salarios y condiciones laborales de los panaderos**
De acuerdo con la plataforma Data México, durante el tercer trimestre de 2024, la fuerza laboral dedicada a la elaboración de pan, tortilla, repostería y otros productos de cereales y harinas alcanzó a 853,000 personas. El salario promedio de estos trabajadores fue de 5,190 pesos mensuales, lo que equivale a aproximadamente 1,297.50 pesos a la semana, trabajando alrededor de 36 horas semanales. Este panorama salarial revela que, a pesar de la importancia del pan en la cultura mexicana, los ingresos de quienes lo producen son relativamente bajos.
La edad promedio de los panaderos es de 43.6 años, y se observa que 7 de cada 10 trabajadores en este sector son mujeres. Esto sugiere que la industria panadera no solo es un pilar en la alimentación mexicana, sino también un espacio donde las mujeres tienen una presencia significativa. Sin embargo, el salario que perciben no refleja el esfuerzo y la dedicación que implica su labor.
Los estados donde los panaderos reciben mejores salarios son Nuevo León, con un promedio de 12,300 pesos al mes; Chihuahua, con 8,510 pesos; y Coahuila, con 8,280 pesos. En contraste, las variaciones salariales han mostrado un aumento notable en Nuevo León y Guanajuato, con incrementos de 4,960 pesos y 2,490 pesos, respectivamente. Por otro lado, la Ciudad de México y el Estado de México han experimentado disminuciones en los salarios, con caídas de 2,320 pesos y 1,910 pesos, lo que refleja una disparidad en las condiciones laborales entre diferentes regiones del país.
**La informalidad en el sector panadero**
Uno de los aspectos más preocupantes del panorama laboral de los panaderos en México es la alta tasa de informalidad. Según los datos de Data México, durante el tercer trimestre de 2024, la informalidad laboral en este sector alcanzó un alarmante 84.7%, lo que representa un aumento de 0.39 puntos porcentuales respecto al trimestre anterior. Esta cifra es significativamente mayor que la informalidad promedio a nivel nacional, que se sitúa en 30.1 puntos porcentuales por debajo.
Los estados con las tasas más altas de informalidad laboral en el sector panadero son Tabasco, con un 98%; Oaxaca, con un 97.4%; e Hidalgo, con un 95%. Esta situación plantea serios desafíos para los trabajadores, quienes a menudo carecen de acceso a prestaciones sociales, seguridad social y condiciones laborales dignas. La informalidad no solo afecta a los trabajadores, sino que también impacta en la economía del país, ya que limita la recaudación fiscal y la capacidad del gobierno para invertir en servicios públicos.
La informalidad en el sector panadero puede atribuirse a varios factores, incluyendo la falta de regulación en el mercado laboral, la escasa capacitación y educación de los trabajadores, y la necesidad de muchos panaderos de generar ingresos inmediatos sin las garantías que ofrece un empleo formal. Esto crea un ciclo de precariedad que es difícil de romper, y que afecta tanto a los trabajadores como a sus familias.
En resumen, el sector panadero en México es un componente vital de la cultura y la economía del país. Sin embargo, los bajos salarios y la alta informalidad laboral son desafíos que deben ser abordados para mejorar las condiciones de vida de quienes se dedican a esta labor. La importancia del pan en la dieta mexicana no debe eclipsar la necesidad de garantizar derechos laborales y un salario justo para quienes lo producen. La situación actual exige atención y acción para asegurar que los panaderos reciban el reconocimiento y la compensación que merecen por su trabajo.