En los últimos años, México ha experimentado una notable disminución de la pobreza, un fenómeno que ha sido impulsado en gran medida por la creciente participación de las mujeres en el mercado laboral. Según un informe del Banco Mundial, esta tendencia, junto con el aumento en el número de empleos formales y los incrementos en el salario mínimo, ha contribuido a mejorar las condiciones económicas de una parte significativa de la población. A pesar de estos avances, el país aún enfrenta desafíos importantes que requieren atención y acción.
El Banco Mundial ha documentado que la tasa de pobreza multidimensional en México, que considera tanto la pobreza económica como diversos indicadores de privación social, ha disminuido del 43.2% en 2016 al 36.3% en 2022. Este cambio representa la salida de 11 millones de personas de la pobreza, cifra que supera las estimaciones iniciales. La presidenta Claudia Sheinbaum destacó este informe en su conferencia matutina, subrayando que las modificaciones en las paridades de poder adquisitivo han influido en estas cifras, estableciendo una nueva línea de pobreza en 8.30 dólares.
Sin embargo, a pesar de la reducción general de la pobreza, el Banco Mundial advierte que persisten disparidades significativas, especialmente en las comunidades rurales del sur del país. Estas áreas continúan enfrentando tasas de pobreza más elevadas, afectando a poblaciones vulnerables como mujeres, niños y personas con menor nivel educativo. La situación es aún más crítica en hogares donde el jefe de familia trabaja en la agricultura, lo que resalta la necesidad de políticas específicas que aborden estas desigualdades.
### Avances en el Mercado Laboral y Desafíos Persistentes
El informe del Banco Mundial también señala que el mercado laboral mexicano ha mostrado avances positivos, con una ligera disminución en las tasas de informalidad y desempleo. En el cuarto trimestre de 2024, la tasa de informalidad se situó en 54.5%, lo que representa una mejora de 0.3 puntos porcentuales en comparación con el año anterior. Asimismo, la tasa de desempleo se redujo de 2.7% en 2023 a 2.6% en el mismo periodo de 2024.
A pesar de estos avances, el organismo internacional enfatiza que las altas tasas de informalidad siguen siendo un obstáculo significativo para el crecimiento económico. El empleo informal, que se asocia con baja productividad y falta de protección social, deja a los trabajadores en una situación vulnerable ante crisis económicas, aumentando su riesgo de caer en la pobreza. Aunque ha habido una lenta disminución del empleo informal en la última década, este sigue siendo casi 30 puntos porcentuales más alto que en países como Turquía y Chile.
El Banco Mundial también ha destacado que, aunque las oportunidades laborales para las mujeres han aumentado, aún hay un amplio margen para lograr más avances. La inclusión de las mujeres en el mercado laboral no solo es crucial para la reducción de la pobreza, sino que también es un factor determinante para el crecimiento económico sostenible del país. Las políticas que fomenten la igualdad de género en el trabajo y que apoyen la creación de empleos formales son esenciales para continuar con esta tendencia positiva.
### La Necesidad de Reformas Estructurales
Para abordar los desafíos que persisten en el mercado laboral y la pobreza, es fundamental implementar reformas estructurales que promuevan un entorno laboral más inclusivo y equitativo. Esto incluye la creación de políticas que incentiven la formalización del empleo, así como la mejora de las condiciones laborales para todos los trabajadores, especialmente aquellos en sectores vulnerables.
Además, es necesario fortalecer los programas de capacitación y educación que permitan a las mujeres y a otros grupos desfavorecidos acceder a mejores oportunidades laborales. La inversión en educación y formación profesional no solo beneficiará a los individuos, sino que también contribuirá al desarrollo económico del país en su conjunto.
La colaboración entre el gobierno, el sector privado y la sociedad civil es esencial para diseñar e implementar estrategias efectivas que aborden la pobreza y la desigualdad. La creación de un entorno que fomente la participación activa de las mujeres en el mercado laboral y que garantice condiciones de trabajo dignas es un paso crucial hacia la construcción de un México más justo y equitativo.
En resumen, aunque México ha logrado avances significativos en la reducción de la pobreza gracias a la participación femenina y la creación de empleos formales, aún queda un largo camino por recorrer. La implementación de reformas estructurales y políticas inclusivas será clave para asegurar que estos avances se mantengan y se amplíen en el futuro.