Las intensas lluvias que azotaron la Ciudad de México durante la madrugada del 12 de agosto han dejado un saldo significativo de afectaciones, especialmente en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) y en diversas colonias de la capital. La situación ha generado una emergencia que ha afectado a miles de pasajeros y ha puesto de manifiesto la vulnerabilidad de la infraestructura urbana ante fenómenos meteorológicos extremos.
**Afectaciones en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México**
El AICM se vio obligado a suspender sus operaciones durante varias horas debido a las lluvias atípicas que comenzaron a caer a partir de las 02:13 horas. Esta interrupción afectó a aproximadamente 19,500 pasajeros, quienes se encontraron varados en la terminal. La administración del aeropuerto informó que, hasta el último corte, se registraron 16 vuelos desviados, tres cancelaciones y 120 demoras.
Para hacer frente a la situación, el personal especializado del aeropuerto utilizó equipos de succión y barredoras de aire para desalojar el agua acumulada en las pistas y áreas de embarque. Las operaciones se reanudaron parcialmente a las 6 de la mañana y se normalizaron completamente a las 11 horas. Ante esta crisis, Grupo Aeroméxico solicitó al gobierno federal la implementación urgente de medidas que aseguren una operación adecuada en el AICM, destacando la necesidad de mejorar la infraestructura para evitar futuros inconvenientes.
**Impacto en las Colonias de la Ciudad de México**
La jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, realizó un recorrido por las colonias más afectadas, como Gustavo A. Madero y Venustiano Carranza, donde se reportaron daños en más de 400 viviendas. Durante su visita, Brugada explicó que uno de los principales problemas fue un “tapón” en la red de drenaje, lo que complicó el desalojo del agua. Aunque se realizan labores de desazolve de manera regular, la intervención en colectores que atraviesan espacios públicos presenta dificultades técnicas que escapan al control de las autoridades.
Los habitantes de colonias como Villa de Aragón, San Juan de Aragón y La Pradera han expresado su descontento ante la insuficiencia de la ayuda recibida para desazolvar sus viviendas. En respuesta a la falta de apoyo, los afectados realizaron bloqueos en diferentes puntos de la Avenida Francisco Morazán, exigiendo una atención más efectiva por parte de las autoridades.
**Situación en el Estado de México y Otras Regiones**
La situación no se limitó a la Ciudad de México. En el Estado de México, la Fuerza de Tarea Ecatepec aplicó el Plan Marina en su Fase IV de Recuperación, trabajando en conjunto con la policía municipal y los servicios públicos para limpiar la barranca de San Andrés de la Cañada y retirar lodo y piedras de las calles. Las colonias Vergel de Guadalupe y Valle de Aragón en Nezahualcóyotl también reportaron inundaciones significativas debido a las intensas lluvias.
En Guanajuato, la situación fue igualmente crítica. Más de 100 casas en la ciudad de Celaya resultaron afectadas por inundaciones, especialmente en la colonia Cuauhtémoc, donde el agua alcanzó hasta 1.20 metros de altura. El director de Protección Civil, Salomón Ocampo, explicó que el desbordamiento de un canal, provocado por un tapón, fue la causa principal de las inundaciones. Personal de bomberos y Protección Civil se movilizó para rescatar a personas en situaciones vulnerables, incluyendo a adultos mayores y personas con discapacidad.
Las autoridades locales están llevando a cabo inspecciones en arroyos y canales para limpiarlos y prevenir futuras inundaciones, especialmente ante los pronósticos que indican la posibilidad de más tormentas en los próximos días. Durante el fin de semana, otras localidades en Guanajuato, como Irapuato y León, también experimentaron lluvias intensas acompañadas de granizo, lo que ha generado preocupación entre los residentes.
La situación actual pone de manifiesto la necesidad de una revisión exhaustiva de la infraestructura de drenaje y la implementación de medidas preventivas para mitigar el impacto de fenómenos meteorológicos en el futuro. Las autoridades deben trabajar en conjunto con la población para garantizar una respuesta efectiva ante emergencias y mejorar la resiliencia de las comunidades afectadas.