El reciente anuncio de la Secretaría de Economía de México sobre el incremento de aranceles a productos provenientes de países sin tratados comerciales, como China, ha generado una ola de incertidumbre en el ámbito empresarial. Amapola Grijalva Vega, presidenta de la Cámara de Comercio y Tecnología México-China, ha expresado su preocupación por las posibles repercusiones que estas medidas podrían tener en la economía mexicana y en las inversiones extranjeras directas (IED) que el país espera recibir.
**Inversiones en Suspenso**
El intercambio comercial entre México y China asciende a aproximadamente 135 mil millones de dólares, lo que representa una parte significativa de la economía mexicana. Grijalva Vega ha señalado que entre el 75 y el 78 por ciento de las importaciones de México impactan directamente la competitividad de los productos nacionales. Esto significa que cualquier aumento en los aranceles no solo afectará a los consumidores, sino que también podría poner en espera las inversiones chinas que buscan establecerse en el país.
La presidenta de la cámara ha indicado que, a pesar de la incertidumbre, han recibido un número creciente de consultas de empresas chinas interesadas en invertir en México. Estas empresas no solo buscan acceder al mercado estadounidense, sino también a los mercados de Centro y Sudamérica. Sin embargo, el anuncio de nuevos aranceles ha generado inquietud entre los inversionistas, quienes temen que estas medidas puedan encarecer los costos de producción y, por ende, afectar su rentabilidad.
**Consecuencias para el Consumidor Mexicano**
Uno de los aspectos más preocupantes de la propuesta de aumentar los aranceles es su impacto en el consumidor final. Grijalva Vega ha advertido que el incremento de aranceles a productos como autos eléctricos podría dificultar la transición hacia la electromovilidad en México. Además, se prevé que otros productos de uso cotidiano, como calzado, muebles, electrodomésticos y textiles, también experimenten un aumento en sus precios debido a los nuevos aranceles.
Es importante destacar que un arancel del 35 por ciento no necesariamente se traduce en un aumento proporcional del precio al consumidor. Los costos adicionales, como fletes y seguros, pueden incrementar aún más el precio final de los productos. Esto podría llevar a un encarecimiento generalizado de bienes esenciales, afectando el poder adquisitivo de los mexicanos.
Además, la posibilidad de un aumento en el contrabando técnico y bronco es otra preocupación. El contrabando técnico se refiere a la declaración de mercancías con un valor inferior al real, mientras que el contrabando bronco implica la evasión de impuestos mediante la falta de revisión aduanera. Ambas prácticas pueden comprometer la calidad de los productos que llegan al mercado y generar pérdidas significativas para la economía nacional.
**Un Llamado al Diálogo**
Ante esta situación, Grijalva Vega ha enfatizado la necesidad de establecer un diálogo constructivo con las autoridades para abordar las inquietudes de las empresas mexicanas que dependen de insumos importados de China, así como de aquellas que buscan atraer inversión china. La presidenta de la cámara ha subrayado que la relación comercial entre México y China no debe ser vista como una competencia entre ambos países, sino como una oportunidad para fortalecer la economía mexicana en el contexto de un mercado global.
La importancia de mantener una relación equilibrada con ambos gigantes económicos, Estados Unidos y China, es fundamental para el crecimiento sostenible de México. La presidenta ha afirmado que no se trata de elegir entre uno u otro, sino de encontrar un punto medio que beneficie a ambas partes y fomente un ambiente de inversión favorable.
En resumen, el incremento de aranceles propuesto por la Secretaría de Economía podría tener consecuencias significativas para la economía mexicana, tanto en términos de competitividad como de inversión extranjera. Las empresas y consumidores deben estar preparados para enfrentar un panorama incierto, mientras que las autoridades deben considerar cuidadosamente las implicaciones de estas medidas antes de implementarlas. La colaboración y el diálogo serán clave para mitigar los efectos negativos y asegurar un futuro próspero para la relación comercial entre México y China.