El Aeropuerto Internacional de Ciudad de México (AICM) se vio obligado a suspender temporalmente sus operaciones debido a un incidente inusual: el impacto de un rayo en la torre de control. Este evento, que ocurrió el 27 de septiembre de 2025, generó una serie de reacciones y protocolos de seguridad que fueron activados para garantizar la seguridad de los vuelos y pasajeros.
La presidenta de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, informó sobre el suceso durante su conferencia matutina, conocida como La Mañanera. Según sus declaraciones, el rayo provocó un reinicio de los sistemas de navegación del aeropuerto, lo que llevó a la decisión de detener las operaciones por un breve periodo. «Cayó un rayo en la torre de control, entonces por unos minutos se tuvo que reiniciar los sistemas y por seguridad lo que se hace en estos años es parar las operaciones», explicó Sheinbaum.
### Protocolo de Seguridad y Respuesta Inmediata
El impacto del rayo no solo causó la interrupción de las actividades en el AICM, sino que también activó un protocolo de seguridad diseñado para manejar situaciones de emergencia. La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT) emitió un NOTAM (Notificación a los Aviadores) informando sobre el cierre temporal de una de las pistas del aeropuerto. Este cierre se extendió desde las 18:04 hasta las 20:00 horas, durante el cual la otra pista continuó operando, aunque algunos vuelos fueron desviados a aeropuertos alternos debido a las condiciones meteorológicas adversas.
La SICT aseguró que, a pesar del incidente, no se perdió contacto con las aeronaves en vuelo, gracias a los sistemas de comunicación redundantes de emergencia. Esto es crucial en situaciones de crisis, ya que permite mantener la seguridad de los pasajeros y la tripulación. Entre las 20:01 y las 20:33 horas, se suspendieron las salidas para priorizar los aterrizajes de las aeronaves que ya estaban en el aire. A partir de las 20:33 horas, las operaciones se reanudaron con normalidad, permitiendo que los vuelos despegaran nuevamente.
La activación de los protocolos de seguridad fue coordinada por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) y la administración del AICM. Además, se mantuvo una comunicación constante con los clientes para mitigar las afectaciones y mantener a los pasajeros informados sobre la situación.
### Mantenimiento y Prevención de Futuras Incidencias
Claudia Sheinbaum también mencionó que, a raíz de este incidente, se llevará a cabo un mantenimiento exhaustivo en las pistas de aterrizaje del AICM. Este tipo de mantenimiento es esencial no solo para garantizar la seguridad de las operaciones, sino también para mejorar la infraestructura del aeropuerto, que es uno de los más transitados de América Latina.
El AICM ha invertido en tecnología y equipos para mitigar el impacto de fenómenos meteorológicos, como la instalación de pararrayos en la torre de control. Sin embargo, como explicó Sheinbaum, la naturaleza de estos fenómenos es impredecible y, aunque se tomen precauciones, no siempre es posible evitar que ocurran. «Es algo que es imposible de diagnosticar, entonces no es que se pueda evitar. Es muy raro que ocurra, pero si llega a caer, se tiene un protocolo de atención para evitar algún accidente», afirmó.
La importancia de contar con un sistema de respuesta rápida y protocolos de seguridad bien establecidos se ha vuelto más evidente en situaciones como esta. La capacidad de un aeropuerto para manejar emergencias puede marcar la diferencia entre un incidente menor y una crisis mayor. Por lo tanto, la inversión en infraestructura y tecnología es fundamental para garantizar la seguridad de los pasajeros y la eficiencia de las operaciones.
En resumen, el impacto de un rayo en la torre de control del AICM subraya la importancia de la preparación y la respuesta ante emergencias en la aviación. A medida que el clima se vuelve más impredecible debido al cambio climático, es probable que los aeropuertos enfrenten desafíos similares en el futuro. La implementación de protocolos de seguridad, la inversión en tecnología y el mantenimiento regular de la infraestructura son pasos cruciales para garantizar que los aeropuertos puedan operar de manera segura y eficiente, incluso en condiciones adversas.