En los últimos años, el fenómeno de los videojuegos ha crecido exponencialmente en México, convirtiendo al país en el mercado más grande de videojuegos en América Latina. Con más de 76 millones de jugadores activos, la industria genera ingresos que superan los 2,300 millones de dólares anuales. Sin embargo, este auge trae consigo un problema significativo: la adicción a los videojuegos. Historias como la de Santiago, un joven que pasó de disfrutar de los videojuegos a convertirse en un adicto, son cada vez más comunes. A los 21 años, Santiago se encontraba atrapado en un ciclo de juego que afectó su vida social, laboral y emocional. Reconocer que su comportamiento era una adicción fue un paso crucial en su proceso de recuperación.
La adicción a los videojuegos no es un problema exclusivo de los jóvenes. Aunque los datos indican que el grupo más involucrado en el gaming son personas de entre 25 y 34 años, los adultos también pueden verse atrapados en esta dependencia. El Dr. Leonel Navarro Ovando, psiquiatra y coordinador del Hospital General Regional 196 del IMSS, explica que el problema radica en el circuito de recompensa del cerebro. Los videojuegos estimulan este sistema de manera constante, generando una búsqueda de gratificación que puede llevar a la disfunción en la vida diaria. La línea entre un hobby y una adicción se vuelve difusa cuando el jugador comienza a descuidar sus responsabilidades y relaciones personales.
### El Impacto de la Pandemia en la Adicción al Gaming
La pandemia de COVID-19 ha exacerbado la situación, ya que muchas personas se vieron obligadas a permanecer en casa y buscar formas de entretenimiento. Durante este periodo, los casos de adicción digital aumentaron notablemente. El Dr. Navarro señala que los adolescentes, en particular, han tenido dificultades para reintegrarse a la vida social fuera de las pantallas. Los síntomas de la adicción son similares en todas las edades e incluyen irritabilidad, ansiedad, aislamiento social y alteraciones en el sueño y la alimentación.
El gaming ha evolucionado de ser una simple forma de entretenimiento a convertirse en una posible fuente de ingresos. Muchos jugadores monetizan su tiempo a través de plataformas de streaming, lo que añade una capa de complejidad al problema. La búsqueda constante de rendimiento puede llevar a los jugadores a experimentar los mismos síntomas de dependencia que aquellos que juegan por diversión. La delgada línea entre el trabajo y la adicción se vuelve aún más complicada en este contexto.
El tratamiento para la adicción a los videojuegos es similar al de otras adicciones. La psicoterapia, especialmente la terapia cognitivo-conductual, se utiliza para ayudar a los pacientes a reconocer y enfrentar su problema. En algunos casos, se puede requerir apoyo farmacológico para controlar la ansiedad y la depresión. Sin embargo, el primer paso en el tratamiento es que el paciente reconozca que tiene un problema, lo cual puede ser un desafío significativo.
### La Necesidad de una Respuesta Institucional
A pesar de que la adicción a los videojuegos es un problema creciente, la respuesta del gobierno y de las instituciones de salud ha sido limitada. A menudo, se minimiza la gravedad de la situación, considerando que se trata de un juego. Sin embargo, al igual que la ludopatía, que cuenta con protocolos específicos para su tratamiento, la adicción al gaming también debería ser abordada de manera formal y estructurada.
El Dr. Navarro enfatiza que no se trata de demonizar los videojuegos, sino de promover un uso saludable. Fomentar un equilibrio entre el tiempo de juego y otras actividades, como el ejercicio y la interacción social, es fundamental para prevenir la adicción. Las familias y los educadores también juegan un papel crucial en la identificación de signos de dependencia y en la promoción de hábitos saludables en relación con el gaming.
La creciente popularidad de los videojuegos en México plantea un desafío significativo para la salud pública. A medida que la industria continúa creciendo, es esencial que se tomen medidas para abordar la adicción y promover un uso responsable de los videojuegos. La educación y la concienciación son herramientas clave para ayudar a los jugadores a disfrutar de su pasatiempo sin caer en la trampa de la dependencia. La colaboración entre padres, educadores y profesionales de la salud es vital para crear un entorno que fomente el bienestar y la salud mental de los jugadores en México.