La reciente boda de Alejandra Capetillo y Nader Shoueiry ha sido un evento que ha capturado la atención de muchos, no solo por su esplendor, sino también por las circunstancias que rodearon la celebración. La hija de la famosa actriz Biby Gaytán y el actor Eduardo Capetillo se casaron en un ambiente lleno de amor y tradiciones, pero lo que parecía ser un día perfecto terminó con la joven en cama debido a la intensidad de la fiesta.
**Una Celebración de Amor y Tradición**
La ceremonia tuvo lugar en la Hacienda Zotoluca, un lugar emblemático que se llenó de risas y alegría con la presencia de 240 invitados. Este evento no solo fue un símbolo de amor entre Alejandra y Nader, sino también una fusión de culturas. La pareja, que había celebrado su boda civil en España un mes antes, decidió incorporar elementos de la herencia libanesa de Nader en la celebración. Desde la música en vivo hasta los votos intercambiados en árabe, cada detalle fue cuidadosamente planeado para honrar ambas culturas.
La novia, Alejandra, se preparó desde temprano para su gran día. A las 10 de la mañana, comenzó su rutina de belleza, que culminó en un espectacular vestido diseñado por Lorena Formoso, amiga cercana de la familia. La entrada de la novia fue un momento mágico, donde su padre y hermano la acompañaron montando a caballo, mientras ella llegaba en una carroza digna de un cuento de hadas. Este homenaje a la boda de sus padres fue un toque emotivo que resonó entre los asistentes.
Uno de los momentos más conmovedores de la celebración fue el baile entre Alejandra y su padre, al ritmo de la canción «Hoy tengo que decirte papá» de Timbiriche. Este instante, lleno de emoción, fue capturado en múltiples videos que rápidamente se hicieron virales en las redes sociales. La conexión entre la familia y los amigos fue palpable, y las miradas cómplices entre los recién casados durante su primer baile juntos dejaron una huella imborrable en todos los presentes.
**Las Consecuencias de una Fiesta Intensa**
Sin embargo, la alegría de la celebración tuvo un costo inesperado. Tras la boda, Alejandra compartió en sus redes sociales que había caído enferma. «La fiesta fue tan dura que me dio fiebre, me estoy congelando, pero valió la pena», escribió en Instagram, reflejando su entusiasmo a pesar de la situación. La joven influencer, conocida por su cercanía con sus seguidores, no dudó en mostrar su vulnerabilidad al confesar que no tenía fuerzas ni para ver los videos de su propia boda.
A pesar de su malestar, Alejandra se mostró optimista y emocionada por su luna de miel, que planeaba iniciar en una playa de México. Sin embargo, antes de embarcarse en esta nueva aventura, la joven se tomó un tiempo para recuperarse. En sus publicaciones, bromeó sobre la avalancha de contenido nupcial que sus seguidores podrían esperar en los próximos días, dejando claro que, aunque estaba enferma, su espíritu festivo seguía intacto.
La boda de Alejandra Capetillo y Nader Shoueiry no solo fue un evento social destacado, sino también un recordatorio de que incluso los momentos más felices pueden tener sus desafíos. La combinación de tradiciones, emociones y la intensidad de la celebración dejó una marca en todos los asistentes, y la historia de amor de esta pareja sigue resonando en las redes sociales.
La atención mediática que ha recibido la boda ha sido inmensa, con detalles sobre la decoración, la comida y la música que se ofreció durante la celebración. Los platillos libaneses y mexicanos se sirvieron en un banquete que deleitó a los invitados, quienes también disfrutaron de fuegos artificiales y una mesa de dulces que complementó la experiencia.
La historia de amor entre Alejandra y Nader, que comenzó en España, ha sido un viaje lleno de momentos significativos y ahora, con su boda, han dado un paso más en su vida juntos. La fusión de sus culturas y la celebración de su amor han dejado una impresión duradera, no solo en sus vidas, sino también en la de quienes tuvieron el privilegio de ser parte de su gran día.