La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha dejado claro su firme rechazo a la intervención de Estados Unidos en el combate al crimen organizado en el país. Durante una reciente conferencia de prensa, Sheinbaum enfatizó que no se enviarán más agentes ni tropas estadounidenses para enfrentar esta problemática, reafirmando la soberanía de México en la gestión de su seguridad interna. Esta declaración se produce en un contexto donde la colaboración entre ambos países ha sido objeto de debate, especialmente en lo que respecta a la lucha contra el narcotráfico y la violencia asociada.
La mandataria mexicana subrayó que las instituciones de seguridad de México están capacitadas y son responsables de llevar a cabo las acciones necesarias para combatir el crimen organizado. “Eso no va a ocurrir”, respondió de manera contundente ante la posibilidad de una mayor intervención estadounidense. Esta postura se alinea con un enfoque de cooperación bilateral que busca fortalecer las capacidades locales sin comprometer la autonomía del país.
### La Colaboración Bilateral y la Capacitación
Sheinbaum destacó que, aunque no se enviarán más agentes, existe un mecanismo de entendimiento que permite la colaboración entre México y Estados Unidos. Este acuerdo se estableció durante la visita del secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, y se centra en el intercambio de información y capacitación entre las fuerzas de seguridad de ambos países. La presidenta enfatizó que la cooperación es fundamental, pero debe hacerse desde una perspectiva de respeto a la soberanía mexicana.
La presidenta también mencionó que, a pesar de las sugerencias del expresidente Donald Trump sobre una mayor participación de Estados Unidos en el combate al crimen organizado, siempre ha respondido que las acciones deben ser llevadas a cabo por las instituciones mexicanas. “Agradezco su ofrecimiento, pero estas acciones las realizan las instituciones mexicanas en territorio nacional”, reiteró Sheinbaum, dejando claro que la seguridad de México es una responsabilidad que debe asumirse internamente.
Además, la mandataria hizo hincapié en la importancia de abordar el tráfico de armas desde Estados Unidos hacia México, un tema que ha sido recurrente en las discusiones sobre la violencia en el país. “A nosotros nos interesa más que no pasen armas”, afirmó, sugiriendo que la solución a la violencia no solo depende de las acciones en territorio mexicano, sino también de la regulación y control de armas en el país vecino.
### La Estrategia Integral de Paz en Michoacán
En el marco de su enfoque sobre la seguridad, Sheinbaum también se refirió a la situación en Michoacán, un estado que ha sido gravemente afectado por la violencia del crimen organizado. La presidenta argumentó que la solución a los problemas en esta región no se encuentra en la guerra ni en la injerencia de Estados Unidos, sino en la implementación de una estrategia integral de paz. “Ni guerra, ni injerencismo de EU son la salida en Michoacán”, afirmó, sugiriendo que es necesario un enfoque más holístico que incluya el desarrollo social y económico.
La estrategia integral de paz que propone Sheinbaum busca abordar las causas profundas de la violencia, como la pobreza, la falta de oportunidades y la descomposición del tejido social. La presidenta ha anunciado un plan específico para Michoacán que incluye medidas de desarrollo social, educación y empleo, con el objetivo de ofrecer alternativas a la población y reducir la dependencia de actividades ilícitas.
Este enfoque ha sido bien recibido por algunos sectores de la sociedad, que ven en la propuesta una oportunidad para transformar la realidad de una región marcada por la violencia. Sin embargo, también enfrenta críticas de aquellos que consideran que se necesita una respuesta más contundente y directa contra los grupos criminales que operan en la zona.
La postura de Sheinbaum sobre la soberanía y la colaboración en materia de seguridad refleja un cambio en la narrativa política en México, donde la intervención extranjera ha sido un tema delicado. La presidenta parece estar buscando un equilibrio entre la cooperación internacional y la defensa de la autonomía nacional, un desafío que ha sido recurrente en la historia reciente del país.
En resumen, la presidenta Claudia Sheinbaum ha dejado claro que México no aceptará una mayor intervención de Estados Unidos en su lucha contra el crimen organizado. Su enfoque se centra en la soberanía nacional y la capacidad de las instituciones mexicanas para gestionar la seguridad. Al mismo tiempo, propone una estrategia integral para abordar la violencia en regiones como Michoacán, buscando soluciones que vayan más allá de la militarización y la represión. Este enfoque podría marcar un nuevo rumbo en la política de seguridad en México, donde la colaboración y el respeto a la soberanía son fundamentales para avanzar en la lucha contra el crimen organizado.
