La reciente decisión de la Corte Suprema de Israel de permitir el reclutamiento de hombres ultraortodoxos ha desatado una ola de protestas y tensiones en el país. Desde la fundación de Israel, esta comunidad ha estado exenta del servicio militar, dedicándose en su lugar al estudio religioso. Sin embargo, la situación actual de guerra en Gaza ha llevado al gobierno a reconsiderar esta exención, lo que ha generado un profundo descontento entre los ultraortodoxos, quienes sienten que su forma de vida y sus creencias están siendo amenazadas.
En Jerusalén, las protestas han tomado un cariz violento. Cientos de hombres de la comunidad Edah Haredit se han manifestado en las calles, desafiando al gobierno y al ejército. La imagen de hombres con trajes y sombreros negros, gritando en yiddish y enfrentándose a la policía, se ha vuelto común. La tensión se ha intensificado con la llegada de la policía militar, que ha comenzado a detener a aquellos que eluden el servicio militar. Aunque las detenciones han sido limitadas hasta ahora, la situación es volátil y podría escalar en cualquier momento.
### La Crisis Política y Social
La exención del servicio militar para los ultraortodoxos ha sido un tema de resentimiento en la sociedad israelí durante décadas. La mayoría de los israelíes judíos, tanto hombres como mujeres, están obligados a servir en el ejército, lo que ha llevado a un creciente descontento entre los laicos. La guerra en Gaza ha exacerbado esta situación, convirtiendo un malestar histórico en una crisis política que amenaza la coalición del primer ministro Benjamín Netanyahu.
Recientemente, dos partidos ultraortodoxos que son cruciales para la mayoría de Netanyahu en el Parlamento se retiraron del gobierno debido a la falta de legislación que eximiera a los ultraortodoxos del servicio militar. Este movimiento podría llevar a elecciones anticipadas, lo que complicaría aún más la ya frágil situación política del país. La profesora Nechumi Yaffe, de la Universidad de Tel Aviv, ha señalado que la guerra ha llevado a la sociedad israelí a un punto crítico, donde la pregunta de por qué los hijos de los laicos deben arriesgar sus vidas mientras los ultraortodoxos se quedan en casa se ha vuelto cada vez más común.
A pesar de la resistencia de muchos rabinos ultraortodoxos a cambiar la tradición, hay indicios de que las actitudes están comenzando a suavizarse. Encuestas indican que un porcentaje significativo de hombres ultraortodoxos se alistaría si no fueran condenados al ostracismo por sus comunidades. Sin embargo, la presión social y la influencia de los líderes religiosos continúan siendo obstáculos significativos para el reclutamiento.
### La Resistencia y el Futuro del Reclutamiento
El ejército israelí ha declarado que necesita urgentemente nuevos reclutas, especialmente en el contexto de la guerra en Gaza, que ha dejado un saldo devastador de muertos y heridos. La situación es crítica, con más de 450 soldados israelíes muertos y un aumento en los suicidios entre los reservistas. A pesar de esto, el número de ultraortodoxos que se han alistado hasta ahora es alarmantemente bajo. De los 80,000 hombres ultraortodoxos elegibles, solo 2,940 se han enlistado, muy por debajo de la meta de 4,800 para el año.
El crecimiento de la población ultraortodoxa en Israel, que ha alcanzado cerca de un millón, plantea un desafío adicional. Se prevé que para 2035, este grupo represente el 30% de la población israelí. La presión para que se eliminen las exenciones del servicio militar se intensificará, y muchos en la sociedad israelí consideran que la situación actual es insostenible. La pregunta que muchos se hacen es si los ultraortodoxos podrán adaptarse a un nuevo contexto donde se espera que compartan la carga del servicio militar.
La historia de Israel está marcada por la tensión entre la tradición y la modernidad, y la cuestión del servicio militar es solo un aspecto de un conflicto más amplio. La resistencia de los ultraortodoxos a servir en el ejército refleja no solo una lucha por la identidad religiosa, sino también una batalla por el reconocimiento y la inclusión en una sociedad que se siente cada vez más dividida. A medida que la guerra en Gaza continúa y las presiones sobre el gobierno aumentan, el futuro del reclutamiento de los ultraortodoxos en Israel se presenta incierto y lleno de desafíos.