La lucha de las madres que buscan a sus hijos desaparecidos en México ha tomado un nuevo impulso con la celebración de la decimotercera Marcha de la Dignidad Nacional. Este evento, que tuvo lugar el 10 de mayo, reunió a miles de mujeres de diferentes estados del país, quienes marcharon desde el Monumento a la Madre hasta el Ángel de la Independencia en la Ciudad de México. Con fotos, mantas y camisetas que mostraban las imágenes de sus seres queridos, estas mujeres exigieron justicia y la localización de sus familiares desaparecidos. La movilización no se limitó a la capital; también se llevaron a cabo protestas en estados como Chihuahua, Jalisco, Sinaloa, Morelos, Michoacán, Veracruz y Nayarit, donde los colectivos denunciaron la negligencia de las autoridades y el estancamiento en las investigaciones.
La jornada comenzó con una serie de actividades que incluyeron marchas, misas y exposiciones. El lema de este año, «Las madres llegarán a la verdad», resonó en cada rincón donde se congregaron las buscadoras. En Ciudad Juárez, por ejemplo, las mujeres marcharon hacia la catedral, donde se celebró una misa en memoria de las víctimas de feminicidio y desaparición forzada. Este acto simbólico subrayó la lucha que han llevado a cabo durante años, enfrentándose a la indiferencia de las autoridades que, en muchas ocasiones, han dejado el peso de las investigaciones en manos de los familiares.
En Jalisco, el colectivo Corazones Unidos en Busca de Nuestros Tesoros realizó una caminata desde la glorieta Niños Héroes, renombrada como De los Desaparecidos, hasta el centro de Guadalajara. Con mantas que mostraban las fotografías de sus hijos, las madres se manifestaron frente al palacio de gobierno, recordando que no hay nada que celebrar en un día que debería ser de alegría. En Sinaloa, las familias de personas no localizadas se unieron a la marcha en Mazatlán y Culiacán, donde leyeron un pliego petitorio en la fiscalía estatal, exigiendo la localización de sus seres amados.
La situación en Michoacán también fue alarmante. Un grupo de 40 mujeres protestó en el Congreso local para exigir que se armonice la Ley Federal de Desaparición Forzada de personas. Este llamado a la acción busca regular los mecanismos legales de búsqueda, localización, investigación, prevención y sanción del delito. El colectivo Alzando Voces hizo un llamado al gobierno federal para limpiar los campos minados en zonas de la Tierra Caliente, donde las labores de búsqueda han sido interrumpidas debido a la inseguridad.
En Morelos, las madres se reunieron en el zócalo de Cuernavaca, gritando al unísono: «¿Dónde están nuestros hijos?». Vestidas de blanco y portando las fotografías de sus seres queridos, estas mujeres exigieron respuestas a un sistema que ha sido indolente ante su dolor. En Puebla, decenas de mamás se congregaron en la fiscalía estatal y caminaron por el zócalo, instalando fotos en un árbol de la esperanza, reafirmando su compromiso de seguir buscando a sus hijos.
La movilización también se extendió a Veracruz, donde buscadoras de diferentes localidades se unieron a la protesta nacional. Lidia Lara, del Colectivo Justicia y Dignidad Veracruz, denunció que muchas integrantes de estas agrupaciones han tenido que exiliarse debido a las amenazas recibidas durante el proceso de búsqueda de sus familiares. En Nayarit, las mujeres colocaron mantas con fotos de sus hijos desaparecidos en la plaza principal de Tepic, agradeciendo a los transeúntes por detenerse a ver su exposición.
La lucha de estas madres no solo se centra en la búsqueda de sus seres queridos, sino que también busca visibilizar un problema social que afecta a miles de familias en México. La desaparición forzada y el feminicidio son temas que han cobrado una relevancia alarmante en el país, y las madres buscadoras se han convertido en un símbolo de resistencia y esperanza. A pesar de la adversidad, su determinación por encontrar la verdad y la justicia sigue siendo un faro de luz en medio de la oscuridad.
El Comité Internacional de la Cruz Roja también se unió a esta causa, inaugurando en San Cristóbal de las Casas, Chiapas, la exposición «Tejer memoria: el legado de quienes nunca dejaron de buscar». Esta muestra tiene como objetivo honrar la labor de quienes han dedicado su vida a buscar a un ser querido desaparecido y que, lamentablemente, han fallecido sin encontrarlo. La exposición es un recordatorio de que la lucha por la verdad y la justicia no se detiene, y que cada madre que busca a su hijo es un testimonio de amor y resistencia ante la adversidad.
La Marcha de la Dignidad Nacional es un claro reflejo de la realidad que viven muchas familias en México, donde la búsqueda de justicia se convierte en una lucha diaria. Las madres buscadoras continúan alzando la voz, exigiendo que sus seres queridos sean encontrados y que se haga justicia por aquellos que han sido víctimas de la violencia y la impunidad. Su lucha es un llamado a la sociedad para no olvidar a los desaparecidos y para exigir un cambio en un sistema que ha fallado en proteger a sus ciudadanos.