En un esfuerzo por salvaguardar la industria del calzado nacional, el secretario de Economía, Marcelo Ebrard, anunció desde Guanajuato la implementación de un decreto que prohíbe la importación temporal de calzado bajo el programa IMMEX. Esta medida busca proteger a los productores locales de la competencia desleal que representa la entrada de productos importados que no cumplen con el pago de impuestos. Ebrard enfatizó que todo calzado importado deberá pagar un arancel mínimo del 25%, lo que representa un cambio significativo en la política comercial del país.
La decisión se fundamenta en la caída del 12.8% en la actividad del sector del calzado entre 2019 y 2024, un descenso que ha sido atribuido principalmente a la entrada de mercancía que evita el pago del impuesto al valor agregado. Esta situación ha puesto en riesgo alrededor de 130,000 empleos directos en la industria, lo que ha llevado al gobierno a tomar medidas más estrictas para proteger el mercado interno. Ebrard subrayó que si no se puede proteger el calzado, otras industrias como el acero, la electrónica o el mueble también podrían verse amenazadas.
La reacción de la Cámara Nacional de la Industria del Calzado (Canaical) ha sido positiva. Su presidente, Juan Carlos Cashat Usabiaga, calificó la decisión como un acto noble y justo que apoya a la industria local. Cashat Usabiaga destacó que esta medida es un paso importante para combatir prácticas que perjudican los empleos y la producción nacional. La firma del convenio entre Ebrard y la gobernadora de Guanajuato, Libia Dennise García, para la construcción del Polo de Bienestar «Puerta del Bajío» en Celaya, también fue parte de este anuncio. Este proyecto contempla la creación de 15 parques industriales con incentivos fiscales, que atenderán sectores como el automotriz, agroindustrial, manufacturero y logístico.
**Impacto en la Industria del Calzado**
La industria del calzado en México ha enfrentado desafíos significativos en los últimos años, especialmente debido a la competencia de productos importados que ingresan al país sin el pago de impuestos correspondientes. La implementación del arancel del 25% se presenta como una solución para equilibrar las condiciones de competencia en el mercado. Este tipo de medidas no solo busca proteger a los fabricantes locales, sino también asegurar la estabilidad laboral de miles de trabajadores que dependen de esta industria.
La caída en la producción de calzado ha tenido un efecto dominó en la economía local, afectando no solo a los fabricantes, sino también a los proveedores de materias primas y otros servicios relacionados. La decisión del gobierno federal de establecer un arancel mínimo es vista como un intento de revitalizar el sector y fomentar la producción nacional. Además, se espera que esta medida incentive a los consumidores a optar por productos locales, lo que podría resultar en un aumento en la demanda de calzado mexicano.
El impacto de esta política podría ser significativo, no solo en términos de empleo, sino también en la calidad de los productos disponibles en el mercado. La industria del calzado mexicano ha sido reconocida por su calidad y diseño, y con la protección adecuada, podría recuperar su posición en el mercado tanto nacional como internacional.
**El Programa IMMEX y su Relevancia**
El programa IMMEX, que permite la importación temporal de insumos para la producción de bienes destinados a la exportación, ha sido objeto de críticas en el contexto de la industria del calzado. Aunque este programa ha facilitado la llegada de insumos necesarios para la producción, también ha sido utilizado por algunas empresas para importar productos terminados sin cumplir con las obligaciones fiscales correspondientes. Esto ha generado un ambiente de competencia desleal que ha perjudicado a los fabricantes locales.
La prohibición de la importación temporal de calzado bajo este programa es un paso hacia la regulación de las prácticas comerciales en el sector. Al establecer un arancel mínimo, el gobierno busca asegurar que todas las empresas que deseen operar en el mercado mexicano cumplan con sus responsabilidades fiscales. Esto no solo beneficiará a los productores locales, sino que también contribuirá a la recaudación de impuestos, lo que a su vez puede ser reinvertido en el desarrollo de la industria y en la creación de más empleos.
El futuro de la industria del calzado en México dependerá en gran medida de la implementación efectiva de estas medidas y de la capacidad del gobierno para hacer cumplir las regulaciones. La colaboración entre el sector público y privado será crucial para garantizar que la industria no solo sobreviva, sino que prospere en un entorno cada vez más competitivo. La protección de la producción nacional es un tema que resuena en diversas industrias, y el caso del calzado podría ser un modelo a seguir para otras áreas que enfrentan desafíos similares.