La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha manifestado su firme oposición a la propuesta de un nuevo impuesto del 5% sobre las remesas que los mexicanos envían desde Estados Unidos. Este impuesto, que se encuentra en discusión en la Cámara de Representantes de EE.UU., ha sido calificado por Sheinbaum como una medida discriminatoria que no solo afecta a México, sino también a otros países que dependen de las remesas como fuente de ingresos. En su declaración, la presidenta subrayó que este gravamen implicaría una doble tributación y violaría un tratado vigente entre ambos países.
Las remesas son una parte crucial de la economía mexicana, representando aproximadamente el 20% de los ingresos de los mexicanos que residen en EE.UU. y contribuyendo significativamente a la reducción de la pobreza en diversas comunidades. En 2024, México recibió alrededor de 64,700 millones de dólares en remesas, lo que equivale al 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB) nacional. La mayoría de estas transferencias se realizan de manera electrónica, lo que asegura su transparencia y regulación.
### Impacto de las remesas en la economía mexicana
Las remesas no solo son un salvavidas para muchas familias en México, sino que también juegan un papel fundamental en la economía del país. Según datos recientes, el 99.1% de las remesas se envían a través de canales electrónicos, lo que permite un seguimiento claro de estas transacciones. Los estados que más reciben remesas son Michoacán, Guanajuato, Jalisco, Ciudad de México y el Estado de México, lo que indica que estas transferencias son vitales para el bienestar de millones de mexicanos.
El secretario de Hacienda, Edgar Amador Zamora, también ha expresado su preocupación por el impacto que tendría este nuevo impuesto. En su opinión, la aprobación de este gravamen no solo sería discriminatoria, sino que también iría en contra de las leyes estadounidenses que buscan evitar la doble tributación. Zamora enfatizó que el impuesto afectaría a los más vulnerables, quienes dependen de estas remesas para su sustento diario.
Además, el canciller Juan Ramón de la Fuente ha señalado que la propuesta de gravar las remesas es parte de un debate más amplio sobre el presupuesto federal de EE.UU. y que el gobierno mexicano está tomando medidas para defender los intereses de sus ciudadanos en el extranjero. La administración de Sheinbaum ha comenzado a establecer diálogos con organizaciones de mexicanos en EE.UU. para explicarles las implicaciones de este impuesto y buscar su apoyo en la oposición a esta medida.
### Reacciones y estrategias del gobierno mexicano
La postura del gobierno mexicano ha sido clara y contundente. Sheinbaum ha indicado que el embajador de México en EE.UU., Esteban Moctezuma, ya ha tenido reuniones con congresistas republicanos que están impulsando esta propuesta. Durante estas reuniones, se ha expuesto la postura de México y se ha manifestado la inconformidad ante un impuesto que podría perjudicar a millones de familias.
El gobierno mexicano también está considerando otras acciones para visibilizar su rechazo a esta medida. Sheinbaum ha mencionado que, si la situación no mejora, se podrían implementar estrategias adicionales para hacer frente a este desafío. La presidenta ha enfatizado que es fundamental proteger a los mexicanos que residen en EE.UU. y que envían remesas a sus familias en México, ya que estas transferencias son esenciales para su bienestar y desarrollo.
El debate sobre el impuesto a las remesas ha generado un amplio espectro de reacciones tanto en México como en EE.UU. Algunos analistas económicos han advertido que la implementación de este impuesto podría llevar a una disminución en el envío de remesas, lo que afectaría gravemente a las comunidades que dependen de estos ingresos. Por otro lado, algunos sectores en EE.UU. argumentan que el impuesto podría ser una forma de aumentar la recaudación fiscal, aunque muchos coinciden en que la medida es injusta y desproporcionada.
A medida que avanza la discusión en el Congreso estadounidense, el gobierno mexicano se mantiene firme en su oposición y busca alianzas con otros países que también se verían afectados por esta medida. La situación sigue siendo tensa y se espera que en los próximos días se intensifiquen las negociaciones y las acciones diplomáticas para evitar la aprobación de este impuesto que podría tener repercusiones significativas en la economía de México y en la vida de millones de mexicanos.