La reciente acusación de la fiscalía de Estados Unidos contra María Del Rosario Navarro-Sánchez ha marcado un hito en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo. Esta ciudadana mexicana ha sido señalada como la primera en ser acusada de brindar apoyo material a una organización terrorista, específicamente al Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que ha sido designado como tal por el gobierno estadounidense. La acusación no solo resalta la gravedad de los delitos asociados al narcotráfico, sino que también pone de manifiesto la complejidad de las redes criminales que operan entre México y Estados Unidos.
### La Acusación y sus Implicaciones
El 16 de mayo de 2025, la fiscalía del Distrito Oeste de Texas presentó una nueva acusación contra Navarro-Sánchez, que incluye un cargo por proveer apoyo material a una organización terrorista extranjera. Esta acusación se basa en una orden presidencial emitida por Donald Trump, que designó al CJNG como una Organización Terrorista Extranjera (FTO) en febrero de 2025. La fiscalía sostiene que Navarro-Sánchez conspiró para suministrar armamento, incluyendo granadas, al CJNG, y participó activamente en una red de tráfico de personas, armas y drogas.
La acusación contra Navarro-Sánchez es significativa porque representa un cambio en la forma en que se aborda el narcotráfico en Estados Unidos. Hasta ahora, la mayoría de las acusaciones se centraban en el tráfico de drogas y armas, pero esta es la primera vez que se imputa a una persona por colaborar con un cártel mexicano bajo la legislación de terrorismo. Esto podría abrir la puerta a más acusaciones similares en el futuro, lo que indica un endurecimiento de la postura de Estados Unidos hacia el narcotráfico y sus vínculos con el terrorismo.
Además de Navarro-Sánchez, otros dos mexicanos, Luis Carlos Dávalos-López y Gustavo Castro-Medina, también han sido acusados de delitos relacionados con el tráfico de armas y drogas. La detención de Navarro-Sánchez, ocurrida el 4 de mayo en México, fue el resultado de un operativo conjunto entre las autoridades mexicanas y estadounidenses, lo que demuestra la cooperación internacional en la lucha contra el crimen organizado.
### El Perfil de María Del Rosario Navarro-Sánchez
María Del Rosario Navarro-Sánchez, conocida como «Chayo», es una mujer de 39 años que ha sido identificada como una operadora clave del CJNG. Su papel dentro de la organización criminal ha sido crucial, ya que se le atribuye la responsabilidad de facilitar el tráfico de armas y drogas hacia Estados Unidos. Las autoridades estadounidenses la acusan de haber conspirado para introducir grandes cantidades de metanfetamina y fentanilo en el mercado estadounidense, así como de haber participado en el tráfico de personas.
La acusación detalla cómo Navarro-Sánchez operaba en una red compleja que incluía la adquisición de armas a través de intermediarios y la movilización de dinero en efectivo para financiar estas operaciones. Se le imputa haber recibido y distribuido metanfetamina y fentanilo en Texas, así como de haber facilitado el tráfico de migrantes hacia Estados Unidos. Este tipo de actividades no solo representan un desafío para las autoridades, sino que también contribuyen a la creciente crisis de opioides en el país.
El CJNG, bajo el liderazgo de Nemesio Oseguera Cervantes, conocido como «El Mencho», ha sido responsable de numerosos actos de violencia en México, incluyendo ataques armados contra fuerzas de seguridad y la utilización de tácticas de terror para intimidar a la población y a las autoridades. La organización ha sido acusada de utilizar armas de grado militar y drones para llevar a cabo sus operaciones, lo que subraya la gravedad de la amenaza que representa.
La detención de Navarro-Sánchez y las acusaciones en su contra son un recordatorio de la interconexión entre el narcotráfico y el terrorismo. A medida que las autoridades continúan desmantelando estas redes criminales, es probable que veamos un enfoque más agresivo en la persecución de aquellos que apoyan a organizaciones terroristas a través del narcotráfico. La colaboración entre México y Estados Unidos será esencial para abordar este problema de manera efectiva y para garantizar que los responsables enfrenten la justicia.
La situación actual también plantea preguntas sobre el futuro del CJNG y su capacidad para operar en un entorno cada vez más hostil. A medida que las autoridades intensifican sus esfuerzos para desmantelar estas organizaciones, es probable que los cárteles busquen adaptarse y encontrar nuevas formas de operar, lo que podría complicar aún más la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo en la región.