La memoria de los sismos que sacudieron a México en 1985 y 2017 sigue viva en el corazón de los ciudadanos. Este 19 de septiembre de 2025, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo encabezó una emotiva ceremonia en el Zócalo de la Ciudad de México, donde se izó la bandera a media asta en honor a las víctimas de estas devastadoras tragedias. La ceremonia no solo fue un acto simbólico, sino también un recordatorio de la resiliencia y la unidad del pueblo mexicano frente a la adversidad.
El evento comenzó a las 7:19 de la mañana, hora exacta en que ocurrió el sismo de 1985, y fue acompañado por una serie de honores militares, incluyendo el toque de “Silencio” por parte de la banda de guerra de la Defensa. La presidenta Sheinbaum, acompañada de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada, y otros altos funcionarios, se mostró conmovida al recordar a aquellos que perdieron la vida en estas tragedias. En su discurso, enfatizó la importancia de recordar a las víctimas y extendió un abrazo solidario a todos aquellos que han sufrido la pérdida de un ser querido debido a estos sismos.
### La Importancia de Recordar
La conmemoración de los sismos de 1985 y 2017 no solo es un acto de memoria, sino también una oportunidad para reflexionar sobre las lecciones aprendidas en materia de prevención y respuesta ante desastres naturales. El sismo de 1985, que dejó miles de muertos y una ciudad devastada, marcó un antes y un después en la forma en que México se prepara para enfrentar emergencias. Las reformas en la infraestructura, la creación de protocolos de evacuación y la sensibilización de la población son algunos de los cambios que surgieron a raíz de esta tragedia.
El sismo de 2017, que también causó una gran cantidad de muertes y daños materiales, reafirmó la necesidad de mantener una cultura de prevención. La presidenta Sheinbaum destacó que, a las 12 horas del mismo día, se llevará a cabo un simulacro nacional, una práctica que busca preparar a la población para actuar de manera eficiente en caso de un nuevo desastre. Este tipo de iniciativas son fundamentales para garantizar la seguridad de los ciudadanos y minimizar el impacto de futuros sismos.
Además, la ceremonia en el Zócalo sirve como un recordatorio de la importancia de la solidaridad y el apoyo mutuo en tiempos de crisis. La comunidad se une para recordar a las víctimas y para reafirmar su compromiso de estar preparados ante cualquier eventualidad. La memoria colectiva se convierte en un motor para la acción y la mejora continua en la gestión de riesgos.
### Reflexiones sobre la Resiliencia
La resiliencia del pueblo mexicano es un tema recurrente en las conmemoraciones de los sismos. A lo largo de los años, la sociedad ha demostrado su capacidad para levantarse después de la tragedia, reconstruir y seguir adelante. Sin embargo, también es crucial reconocer que la recuperación no es un proceso lineal y que muchas familias todavía enfrentan las secuelas de estas tragedias.
La presidenta Sheinbaum, en su discurso, no solo recordó a las víctimas, sino que también hizo un llamado a la acción para garantizar que las lecciones aprendidas no se olviden. La importancia de la educación en materia de prevención de desastres es vital para que las futuras generaciones estén mejor preparadas. Las escuelas y comunidades deben trabajar juntas para fomentar una cultura de prevención que incluya simulacros regulares y la enseñanza de protocolos de seguridad.
Además, la respuesta del gobierno ante desastres naturales debe ser ágil y efectiva. La colaboración entre diferentes niveles de gobierno y la participación activa de la sociedad civil son esenciales para mejorar la capacidad de respuesta. La creación de redes de apoyo y la promoción de la solidaridad entre los ciudadanos son aspectos que deben ser fortalecidos para enfrentar futuros desafíos.
La ceremonia de este 19 de septiembre no solo fue un homenaje a las víctimas, sino también un recordatorio de la importancia de la memoria histórica y la necesidad de seguir trabajando en la construcción de un país más seguro y resiliente. La historia de los sismos en México es una historia de dolor, pero también de esperanza y superación. La comunidad se une para recordar, aprender y prepararse para el futuro, asegurando que las lecciones del pasado no se repitan y que la memoria de las víctimas perdure en el tiempo.