La Premio Nobel de la Paz, Rigoberta Menchú, realizó una visita significativa al Centro Federal de Reinserción Social No. 16, conocido como CPS Femenil Morelos, donde compartió un mensaje poderoso con 200 mujeres privadas de la libertad. Este evento, organizado por el Órgano Administrativo Desconcentrado de Prevención y Reinserción Social de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana, se centró en la conferencia magistral titulada “Ser Humano y Autoconocimiento”. Menchú, reconocida por su lucha por los derechos humanos y la defensa de los pueblos indígenas, reflexionó sobre la importancia del autoconocimiento y la dignidad humana, especialmente en contextos de reclusión.
La activista guatemalteca, que ha dedicado su vida a la defensa de los derechos de los pueblos originarios, enfatizó que el camino hacia el bienestar comienza con el autoconocimiento. Durante su intervención, instó a las mujeres presentes a reconocer su valor y a encontrar la felicidad incluso en tiempos difíciles. «Debemos compartir nuestra sonrisa aún en tiempo de tormenta. Tenemos que ser felices, es el único objetivo», expresó Menchú, resonando con las experiencias de las mujeres que enfrentan desafíos significativos en su vida diaria.
El CPS Femenil Morelos, ubicado en Coatlán del Río, es el único penal federal para mujeres en México y alberga a más de 900 internas. Sin embargo, ha sido objeto de críticas por parte de organismos de derechos humanos debido a las condiciones de aislamiento y a una serie de muertes bajo custodia. Entre 2022 y 2024, se registraron al menos 19 suicidios de internas, lo que ha llevado a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos a emitir recomendaciones y a que familiares y organizaciones civiles levanten su voz en denuncia.
La visita de Menchú no solo fue un acto de solidaridad, sino también una oportunidad para que las mujeres reclusas reflexionaran sobre su propia vida y su potencial. La activista, que ha vivido en carne propia la violencia y la injusticia, compartió su experiencia personal, recordando que la memoria ancestral y la dignidad son fundamentales para la sanación y la reinserción social. Su mensaje se centró en la idea de que, a pesar de las circunstancias adversas, cada individuo tiene el poder de transformar su vida a través del autoconocimiento y la conexión con su identidad.
La importancia del autoconocimiento en contextos de vulnerabilidad es un tema relevante en la actualidad. Muchas mujeres en situaciones de reclusión enfrentan no solo la privación de libertad, sino también el estigma social y la falta de oportunidades para reintegrarse a la sociedad. Menchú, al compartir su sabiduría, busca empoderar a estas mujeres, recordándoles que su valor no se define por su situación actual, sino por su capacidad de soñar y luchar por un futuro mejor.
La activista guatemalteca ha sido una voz constante en la lucha contra la impunidad y la violencia. Su vida estuvo marcada por la guerra civil en Guatemala, donde perdió a varios miembros de su familia. Exiliada en México, Menchú llevó su mensaje a foros internacionales, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y esperanza para muchos. Su trabajo ha sido reconocido a nivel mundial, y su Premio Nobel de la Paz en 1992 es un testimonio de su compromiso con la justicia y los derechos humanos.
La conferencia en el Cefereso de Morelos se enmarca dentro de un esfuerzo más amplio por parte de las autoridades para abordar la situación de las mujeres en prisión y promover su reinserción social. La CNDH ha señalado la necesidad de mejorar las condiciones en los centros penitenciarios y de garantizar que los derechos de las internas sean respetados. La visita de Menchú es un paso en esta dirección, al ofrecer un espacio para la reflexión y el diálogo sobre temas cruciales como la dignidad, la memoria y el autoconocimiento.
El mensaje de Rigoberta Menchú resuena en un contexto donde muchas mujeres enfrentan desafíos similares. La lucha por la dignidad y el reconocimiento de los derechos humanos es una tarea colectiva que requiere la participación de todos. Al compartir su experiencia y su visión, Menchú no solo inspira a las mujeres en el Cefereso, sino que también invita a la sociedad en su conjunto a reflexionar sobre la importancia de la empatía y la solidaridad en la construcción de un mundo más justo.
La activista también abordó el tema de la inteligencia artificial, enfatizando que esta tecnología debe ser utilizada para el bien común y no para perpetuar la violencia. En un mundo cada vez más digital, es fundamental que las herramientas tecnológicas se utilicen para promover la paz y la justicia, en lugar de ser un medio para la opresión y el control.
La visita de Rigoberta Menchú al CPS Femenil Morelos es un recordatorio de que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay espacio para la esperanza y la transformación. Su mensaje de autoconocimiento y dignidad humana es un faro de luz para aquellas que buscan reconstruir sus vidas y encontrar su lugar en la sociedad. La lucha por los derechos de las mujeres y la promoción de su bienestar es una responsabilidad compartida que requiere la atención y el compromiso de todos los sectores de la sociedad. La historia de Menchú es un testimonio de que, a pesar de las adversidades, es posible encontrar la fuerza para seguir adelante y luchar por un futuro mejor.