La reciente decisión de la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo de eliminar la deducción fiscal que los bancos podían hacer por sus aportaciones al Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) ha generado un amplio debate en el ámbito económico y político de México. Esta medida, que se enmarca dentro del Paquete Económico 2026, busca recuperar alrededor de 10 mil millones de pesos anuales para el erario público, lo que representa un paso significativo hacia la justicia fiscal y la transparencia en el manejo de las finanzas públicas.
### Contexto Histórico del IPAB y el Fobaproa
Para entender la relevancia de esta reforma, es fundamental revisar el contexto histórico que rodea al IPAB y su relación con el Fobaproa. El Fobaproa, creado en 1990, fue un mecanismo de rescate financiero que se implementó durante la crisis económica de 1994-1995. Su objetivo era proteger a los ahorradores y estabilizar el sistema bancario, pero con el tiempo se ha convertido en un símbolo de la transferencia de recursos públicos hacia el sector privado, beneficiando a banqueros y empresarios que, en muchos casos, fueron responsables de la crisis.
La deuda acumulada por el Fobaproa ha crecido de manera alarmante. En diciembre de 1999, el monto original de la deuda era de 687 mil 844 millones de pesos, pero casi tres décadas después, esta cifra ha aumentado a más de un billón de pesos. Este incremento no solo refleja la ineficacia en la gestión de la deuda, sino también la falta de responsabilidad de aquellos que se beneficiaron de este rescate. A pesar de que se ha argumentado que el Fobaproa fue diseñado para proteger a los pequeños ahorradores, la realidad es que alrededor del 96% de este pasivo corresponde a rescates de grandes empresarios y banqueros, lo que ha generado un profundo descontento social.
La decisión de la presidenta Sheinbaum de eliminar la deducción fiscal es un intento de corregir esta injusticia histórica. Al hacerlo, se busca poner fin a un despropósito que ha permitido a los bancos beneficiarse de un sistema que, en última instancia, ha perjudicado a la mayoría de los mexicanos. Esta medida no solo representa una recuperación de recursos para el Estado, sino que también es un acto simbólico de reparación hacia aquellos que han sido afectados por las políticas neoliberales que han predominado en el país durante décadas.
### Implicaciones Económicas y Sociales
La eliminación de la deducción fiscal para los bancos tiene implicaciones significativas en varios niveles. En primer lugar, la recuperación de 10 mil millones de pesos anuales podría destinarse a áreas críticas como la educación y la salud, que han sido históricamente subfinanciadas en México. Para poner esto en perspectiva, esta cantidad es equivalente a 4.5 veces lo que se destina al sector educativo y más de 30 veces lo que se asigna a la salud. Esto podría contribuir a mejorar la calidad de vida de millones de mexicanos que dependen de estos servicios básicos.
Además, la medida podría sentar un precedente importante en la lucha contra la impunidad y la corrupción en el sector financiero. Al eliminar beneficios fiscales que favorecen a los bancos, se envía un mensaje claro de que el gobierno está dispuesto a actuar en defensa de los intereses de la población y a cuestionar las políticas que han permitido la concentración de la riqueza en manos de unos pocos. Esto podría generar un cambio en la percepción pública sobre el sistema financiero y su relación con el Estado, fomentando una mayor exigencia de transparencia y rendición de cuentas.
Sin embargo, también existen preocupaciones sobre cómo reaccionarán los bancos ante esta medida. Algunos analistas advierten que podrían trasladar el costo de la eliminación de la deducción a los consumidores, aumentando las comisiones y tasas de interés. Esto podría tener un impacto negativo en el acceso al crédito y en la economía en general. Por lo tanto, es crucial que el gobierno monitoree de cerca las reacciones del sector financiero y esté preparado para implementar medidas adicionales que protejan a los consumidores.
En resumen, la decisión de la presidenta Sheinbaum de eliminar la deducción fiscal para los bancos es un paso hacia la justicia fiscal y la recuperación de recursos para el Estado. Sin embargo, su éxito dependerá de la capacidad del gobierno para gestionar las reacciones del sector financiero y garantizar que los beneficios de esta medida se traduzcan en mejoras tangibles para la población. La historia del Fobaproa y el IPAB es un recordatorio de la importancia de la responsabilidad y la transparencia en la gestión de las finanzas públicas, y esta reforma podría ser un primer paso hacia un cambio significativo en la política económica de México.