La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, ha reafirmado su postura en contra de cualquier intervención militar estadounidense en el país, en respuesta a la reciente orden ejecutiva del presidente Donald Trump. Esta orden permite el uso de fuerzas armadas para combatir organizaciones de crimen organizado, incluso fuera del territorio estadounidense. Durante su visita a Jalisco, donde inauguró la primera etapa del Hospital Regional de Tlajomulco, Sheinbaum enfatizó que no hay riesgo de una invasión militar y que su gobierno ha sido claro en rechazar la presencia de tropas estadounidenses en México.
La mandataria destacó que, aunque se mantiene una cooperación con Estados Unidos en temas de seguridad, la intervención militar no es una opción. «Cooperamos, colaboramos, pero no va a haber invasión. Eso está descartado, absolutamente descartado», afirmó. Sheinbaum también hizo hincapié en que cualquier operación militar que se realice debe ser dentro del territorio estadounidense y no en México. Aclaró que las agencias estadounidenses que operan en el país están altamente reguladas, lo que garantiza la soberanía nacional.
La situación se vuelve más compleja con la ampliación de la recompensa por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunciada por el gobierno estadounidense. Sheinbaum mencionó que no hay investigaciones en curso en México relacionadas con este tema, lo que subraya la independencia de las decisiones del gobierno mexicano frente a las acciones de Estados Unidos.
**Reacciones de Legisladores y Partidos Políticos**
La postura de Sheinbaum ha encontrado respaldo entre los legisladores de la coalición de la 4T, quienes han manifestado su apoyo a la presidenta en su rechazo a cualquier intento de intervención militar. Ricardo Monreal, coordinador de Morena en la Cámara de Diputados, advirtió que un ataque del ejército estadounidense en territorio mexicano podría desencadenar una crisis diplomática. Monreal elogió la respuesta de Sheinbaum, considerándola adecuada para defender la soberanía del país.
Otros senadores, como Oscar Cantón Zetina y Gonzalo Yáñez, coincidieron en que la presidenta ha dejado claro que la orden ejecutiva de Trump no implica la participación de militares en México. Por su parte, Clemente Castañeda, coordinador de Movimiento Ciudadano, solicitó al gobierno federal que aclare la información divulgada por medios estadounidenses sobre posibles incursiones militares, ya que esto representa una amenaza a la soberanía nacional.
Sin embargo, no todos los comentarios han sido positivos. Alejandro Moreno, dirigente del PRI, ha criticado al gobierno de Morena por mantener alianzas con grupos del crimen organizado, lo que, según él, podría haber llevado a la situación actual. Esta crítica se suma a las preocupaciones sobre la seguridad en el país y la efectividad de las políticas implementadas por el gobierno actual.
**Contexto de la Orden Ejecutiva de Trump**
La orden ejecutiva firmada por Donald Trump permite a las fuerzas armadas estadounidenses llevar a cabo operaciones militares en el extranjero contra cárteles de la droga que han sido catalogados como terroristas. Esta decisión ha generado inquietud en México, donde la historia de intervenciones militares extranjeras ha dejado cicatrices profundas en la memoria colectiva.
La administración de Sheinbaum ha manifestado su intención de mantener una relación de cooperación con Estados Unidos, pero siempre bajo el principio de respeto a la soberanía nacional. La presidenta ha reiterado que cualquier colaboración debe ser consensuada y que la intervención militar no es una opción viable. Esto refleja un enfoque más cauteloso y diplomático en la gestión de las relaciones bilaterales, especialmente en un contexto donde la seguridad y el narcotráfico son temas sensibles.
A medida que la situación evoluciona, es probable que el gobierno mexicano continúe enfrentando desafíos en la gestión de su relación con Estados Unidos, especialmente en lo que respecta a la seguridad y el narcotráfico. La postura firme de Sheinbaum podría ser un indicativo de la dirección que tomará su administración en los próximos meses, a medida que se desarrollen los acontecimientos en la región y se intensifiquen las presiones externas.
La defensa de la soberanía nacional y el rechazo a la intervención militar son temas que resuenan profundamente en la política mexicana, y la respuesta de la presidenta Sheinbaum podría ser un factor determinante en la percepción pública y en la estabilidad política del país en el futuro cercano.