En un evento reciente en Texcoco, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reafirmó la postura de su gobierno en relación con las presiones del presidente estadounidense, Donald Trump, para permitir la entrada de tropas estadounidenses en el país. Durante la inauguración del Hospital General de San Salvador Atenco, Sheinbaum compartió detalles de una conversación que tuvo con Trump, donde este le sugirió que el ejército de Estados Unidos podría ayudar en la lucha contra el narcotráfico en México. La mandataria no dudó en rechazar esta propuesta, enfatizando que la soberanía de México es inviolable.
La presidenta explicó que, en varias ocasiones, Trump había planteado la posibilidad de que las fuerzas armadas estadounidenses intervinieran en el país para combatir a los cárteles de la droga. Sin embargo, Sheinbaum fue clara en su respuesta: «No, presidente Trump. El territorio es inviolable, la soberanía es inviolable, la soberanía no se vende; la soberanía se ama y se defiende». Este firme rechazo a la intervención militar extranjera resuena con el sentimiento nacionalista que ha caracterizado a su administración.
La mandataria también destacó que, aunque no se aceptará la presencia militar estadounidense, sí existe la posibilidad de colaborar en la lucha contra el narcotráfico a través del intercambio de información y estrategias. «Podemos compartir información, pero nunca vamos a aceptar la presencia del ejército de Estados Unidos en nuestro territorio», reiteró ante un público entusiasta que la aclamaba.
### La Economía Mexicana y la Relación con Estados Unidos
En el mismo evento, Sheinbaum aprovechó para hablar sobre la economía de México, señalando que, por primera vez, el país ha experimentado un crecimiento económico mientras que Estados Unidos ha visto un decrecimiento del 0.3%. «Nunca había pasado eso. Antes, cuando disminuía la actividad económica de Estados Unidos, la de México iba igual. Ahora es distinto, porque cambió el modelo; ahora lo más importante es el pueblo de México», afirmó.
Este cambio en la dinámica económica se atribuye a las políticas implementadas por su gobierno, que priorizan el bienestar del pueblo mexicano por encima de los intereses externos. La presidenta enfatizó que la colaboración con Estados Unidos debe ser en términos de igualdad y respeto mutuo, sin caer en la subordinación. «Colaboración, sí; cooperación, sí; subordinación, no. Siempre en defensa de la soberanía de México», subrayó.
La postura de Sheinbaum refleja un cambio significativo en la política exterior de México, donde la defensa de la soberanía nacional se ha convertido en un pilar fundamental. Esto contrasta con administraciones anteriores que a menudo cedieron ante las presiones de Estados Unidos en temas de seguridad y migración. La presidenta ha dejado claro que su administración no permitirá que la soberanía mexicana sea comprometida, y que cualquier colaboración debe ser en condiciones justas y equitativas.
### La Lucha Contra el Narcotráfico y la Seguridad Nacional
La lucha contra el narcotráfico sigue siendo un tema candente en la agenda política de México. Durante su discurso, Sheinbaum también hizo hincapié en la importancia de abordar este problema desde una perspectiva integral, que no solo incluya la fuerza militar, sino también el desarrollo social y económico de las comunidades afectadas por la violencia del narcotráfico.
La presidenta propuso que, en lugar de enviar tropas, Estados Unidos debería ayudar a México a frenar el tráfico de armas hacia el país, un factor que alimenta la violencia y el poder de los cárteles. «Si nos quiere ayudar, presidente Trump, ayúdenos a que no entren armas de Estados Unidos a México», expresó, destacando la necesidad de una cooperación más efectiva y responsable.
Además, Sheinbaum recordó la lucha histórica de comunidades como la de San Salvador Atenco, que han enfrentado la violencia y la injusticia en su búsqueda de justicia y dignidad. La mandataria se comprometió a continuar apoyando el Plan de Justicia de Atenco, que busca reparar el daño causado a estas comunidades y garantizar su derecho a la tierra y a un desarrollo sostenible.
La firmeza de Sheinbaum en su rechazo a la intervención militar y su enfoque en la soberanía nacional han resonado en un contexto donde la relación entre México y Estados Unidos es más compleja que nunca. A medida que ambos países enfrentan desafíos compartidos, la presidenta ha dejado claro que la defensa de la soberanía y el bienestar del pueblo mexicano son su prioridad.