La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se enfrenta a una situación crítica tras recibir amenazas que han llevado a diversas facultades a suspender clases y actividades presenciales. Este fenómeno no solo afecta la vida académica de miles de estudiantes, sino que también pone de manifiesto la creciente preocupación por la seguridad en las instituciones educativas. A continuación, se detallan los acontecimientos recientes y las medidas adoptadas por la universidad para garantizar la seguridad de su comunidad.
**Amenazas y Suspensión de Actividades**
El 29 de septiembre de 2025, la UNAM anunció la suspensión de clases en varias facultades, incluyendo Química, Arquitectura, Odontología, Ingeniería, Economía, Derecho, Psicología y Ciencias Políticas y Sociales. Esta decisión se tomó tras recibir amenazas a través de redes sociales y correos electrónicos, lo que generó un clima de incertidumbre y preocupación entre estudiantes y académicos. La Facultad de Psicología, por ejemplo, decidió trasladar sus clases a la modalidad en línea desde el 29 de septiembre hasta el 4 de octubre, en respuesta a las inquietudes manifestadas por su comunidad.
La Facultad de Derecho también optó por realizar sus clases de manera virtual, utilizando plataformas como Zoom para mantener la continuidad académica. En un comunicado, la facultad reafirmó su compromiso con la creación de espacios seguros y libres de violencia, destacando la importancia de atender las circunstancias actuales que afectan a la comunidad universitaria.
Por su parte, la Facultad de Arquitectura llevó a cabo una consulta entre estudiantes y académicos, donde más de 4,500 personas participaron, resultando en la decisión de suspender todas las actividades académicas y administrativas desde el 29 de septiembre hasta el 4 de octubre. Esta acción refleja un esfuerzo por involucrar a la comunidad en la toma de decisiones y fomentar un diálogo constructivo sobre la situación.
**Paros en el Colegio de Ciencias y Humanidades**
Además de las facultades de la UNAM, los planteles del Colegio de Ciencias y Humanidades (CCH) también han declarado paros en respuesta a la violencia y las amenazas. El CCH Sur, por ejemplo, ha estado en paro indefinido desde el 22 de septiembre, tras el asesinato de un estudiante dentro de sus instalaciones. Este trágico evento ha generado un clima de tensión y ha llevado a los estudiantes a exigir medidas más efectivas para garantizar su seguridad.
Los otros planteles del CCH, como Oriente, Azcapotzalco, Naucalpan y Vallejo, han programado paros en diferentes fechas, solicitando a los docentes que mantengan contacto remoto con los alumnos mientras se reanuden las actividades presenciales. Esta situación refleja un descontento generalizado entre los estudiantes, quienes demandan un entorno académico más seguro y protegido.
**Medidas de Seguridad Implementadas por la UNAM**
Ante la creciente preocupación por la seguridad, la UNAM ha reforzado sus medidas de vigilancia en todas sus facultades y áreas administrativas. La institución ha activado protocolos de atención ante las amenazas recibidas, asegurando que no se minimice ninguna situación que pueda poner en riesgo a la comunidad universitaria. En un comunicado, la universidad enfatizó que su prioridad es la seguridad de estudiantes, docentes y personal administrativo.
Además, la biblioteca central y la rectoría han sido cerradas al público, permitiendo solo el acceso a personal administrativo y de limpieza. Estas medidas son parte de un esfuerzo más amplio para garantizar un entorno seguro mientras se evalúan las amenazas y se toman decisiones sobre la reanudación de actividades presenciales.
**Impacto en la Comunidad Universitaria**
La suspensión de clases y actividades ha tenido un impacto significativo en la vida académica de los estudiantes. Muchos han expresado su preocupación por la falta de continuidad en su educación y la incertidumbre que rodea a su entorno académico. Sin embargo, también hay un reconocimiento generalizado de la necesidad de priorizar la seguridad ante cualquier amenaza potencial.
Los estudiantes han manifestado su deseo de que la universidad tome medidas más efectivas para abordar la violencia en los campus y garantizar un ambiente seguro para todos. La situación actual ha puesto de relieve la importancia de la comunicación abierta entre la administración de la universidad y su comunidad, así como la necesidad de implementar estrategias que aborden las causas subyacentes de la violencia en el entorno educativo.
**Reflexiones sobre el Futuro**
La situación en la UNAM y sus planteles asociados es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las instituciones educativas en el contexto actual. La violencia y las amenazas no solo afectan la seguridad de los estudiantes, sino que también impactan su capacidad para aprender y desarrollarse en un entorno académico saludable. A medida que la universidad navega por esta crisis, será crucial que se mantenga un diálogo abierto con la comunidad y se implementen medidas efectivas para abordar las preocupaciones de seguridad.
La UNAM, como una de las principales instituciones educativas de México, tiene la responsabilidad de garantizar un entorno seguro para todos sus miembros. La forma en que maneje esta situación no solo afectará a su comunidad inmediata, sino que también sentará un precedente para otras instituciones educativas que enfrentan desafíos similares. La seguridad y el bienestar de los estudiantes deben ser siempre una prioridad, y es fundamental que se tomen las medidas necesarias para proteger a quienes forman parte de esta importante comunidad académica.