Un ataque con misil en el aeropuerto internacional Ben Gurión de Tel Aviv ha dejado a seis personas heridas, marcando un nuevo episodio en el conflicto entre Israel y los rebeldes hutíes de Yemen. Este ataque, reivindicado por los hutíes, ha generado una respuesta contundente por parte del gobierno israelí, que ha prometido una represalia significativa.
El incidente ocurrió el domingo por la mañana, cuando un misil impactó en el perímetro del aeropuerto, lo que provocó un gran cráter y la interrupción del tráfico aéreo. El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha declarado que la respuesta a este ataque será «siete veces más fuerte». Este tipo de agresiones no son nuevas en la región, pero la cercanía del impacto al aeropuerto representa un escalón más en la escalada de tensiones.
### Contexto del Conflicto
Desde el inicio de la guerra en Gaza, que se desató tras un ataque del movimiento islamista Hamás el 7 de octubre de 2023, los hutíes han intensificado sus ataques contra Israel. Este grupo, que controla gran parte de Yemen y cuenta con el respaldo de Irán, ha utilizado misiles y drones para atacar objetivos israelíes, en un intento de mostrar solidaridad con los palestinos. La distancia entre Yemen e Israel es considerable, pero la capacidad de los hutíes para lanzar misiles a tal distancia ha sorprendido a muchos analistas militares.
El ataque del domingo se produce en un contexto de creciente tensión en la región. Los hutíes han reivindicado anteriormente ataques similares, pero este es el primero que causa daños significativos en el aeropuerto de Tel Aviv. La situación se complica aún más por la intervención de potencias extranjeras, como Estados Unidos, que ha llevado a cabo ataques aéreos contra posiciones hutíes en un intento de frenar su capacidad de ataque. Desde enero de 2024, la campaña militar estadounidense ha intensificado su enfoque en Yemen, atacando más de 800 objetivos y causando numerosas bajas entre los combatientes hutíes.
### Reacciones Internacionales y Consecuencias
La comunidad internacional ha estado atenta a la escalada de violencia en la región. La respuesta de Israel al ataque ha sido rápida, con el ministro de Defensa prometiendo una acción contundente. La compañía aérea Lufthansa, junto con otras aerolíneas como Air India y British Airways, ha suspendido sus vuelos hacia Tel Aviv, lo que refleja la preocupación por la seguridad en la región. Este tipo de decisiones por parte de las aerolíneas no solo afecta a los viajeros, sino que también tiene un impacto económico significativo en Israel, que depende del turismo y del tráfico aéreo internacional.
El ataque también ha llevado a un aumento en la vigilancia y las medidas de seguridad en el aeropuerto. Las autoridades israelíes han declarado que este es un momento crítico y que se están tomando todas las precauciones necesarias para garantizar la seguridad de los pasajeros y del personal del aeropuerto. La policía de la región central de Israel ha informado que el cráter formado por el misil es de varias decenas de metros de ancho y profundidad, lo que subraya la gravedad del ataque.
Por su parte, los hutíes han declarado que el misil utilizado en el ataque es un «misil balístico hipersónico» que alcanzó su objetivo con éxito. Este tipo de armamento representa un avance significativo en la capacidad militar de los hutíes, lo que plantea nuevas preguntas sobre la seguridad en la región y la efectividad de los sistemas de defensa israelíes.
La situación en Gaza y el conflicto entre Israel y los hutíes continúan evolucionando, con cada lado buscando fortalecer su posición. La comunidad internacional observa con preocupación, ya que la escalada de violencia podría tener repercusiones más amplias en la estabilidad de la región. Las tensiones entre los diferentes actores en el Medio Oriente son complejas y multifacéticas, y este último ataque es un recordatorio de que la paz en la región sigue siendo un objetivo esquivo.
A medida que se desarrollan los acontecimientos, será crucial seguir de cerca las reacciones de ambos lados y la respuesta de la comunidad internacional. La historia reciente ha demostrado que los conflictos en esta región pueden tener consecuencias de largo alcance, no solo para los países involucrados, sino también para la estabilidad global.